Un tribunal federal ha otorgado un amparo a la elefanta Ely, quien se encontraba en condiciones deplorables en el Zoológico de San Juan de Aragón. La decisión representa un hito en la lucha por los derechos de los animales en México y sienta un precedente importante para la protección de especies en cautiverio.
Ely, una elefanta africana de 35 años, ha pasado la mayor parte de su vida en el Zoológico de San Juan de Aragón, donde ha sido sometida a condiciones deplorables. La elefanta padece de artritis severa en su pata delantera derecha, producto de los años de ser obligada a realizar espectáculos que incluían trepar a plataformas y pararse sobre otros elefantes.
Además de las lesiones físicas, Ely también presenta graves trastornos psicológicos debido a los largos períodos de aislamiento a los que ha sido sometida. A pesar de su evidente sufrimiento, las autoridades del zoológico negaron durante mucho tiempo la necesidad de tomar medidas para garantizar su bienestar.
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En 2021, el abogado Marcos Mario Czacki Halkin presentó un amparo en representación de Ely, solicitando la protección de sus derechos y el cese del maltrato al que era sometida. Tras un largo proceso legal, un tribunal federal finalmente ha fallado a favor de la elefanta, otorgándole el amparo solicitado.
La decisión del tribunal representa un hito histórico en la lucha por los derechos de los animales en México. Por primera vez, un tribunal federal reconoce a un animal como un ser sintiente con derecho a una vida libre de maltrato.
La sentencia ordena a las autoridades del Zoológico de San Juan de Aragón tomar las medidas necesarias para garantizar el bienestar físico y mental de Ely. Esto incluye la implementación de un programa integral de alimentación y cuidados médicos, así como la eliminación de cualquier actividad que pueda causarle daño o estrés.
El amparo otorgado a Ely envía un mensaje claro a las autoridades mexicanas: el maltrato animal no será tolerado. Los animales, al igual que los humanos, tienen derecho a una vida digna y libre de sufrimiento.
La decisión del tribunal también sienta un precedente importante para la protección de otras especies en cautiverio. Se espera que este caso inspire a otras personas y organizaciones a luchar por los derechos de los animales y exigir que sean tratados con respeto y compasión.