La primera vez que escuché (o leí) algo del gran pensador de los siglos XX y XXI, Zygmunt Bauman de origen judío, fue siendo ya viejo, alrededor de los 26 años
La primera vez que escuché (o leí) algo del gran pensador de los siglos XX y XXI,
Zygmunt Bauman de origen judío, fue siendo ya viejo, alrededor de los 26 años
conocí el término de lo líquido asociado a la sociedad, la política, la cultura, el ser
y estar de los sujetos, así como de la obsolescencia en la estructura y significados
del Estado moderno (y posmoderno), del proceso globalizador y de los amores de
bolsillo.
No fueron pocas las obras en la prolífica carrera del sociólogo y filósofo padre de
la modernidad líquida, donde recorría los obstáculos familiares de lo
contemporáneo y las aventuras conceptuales que estimulaban el pensamiento de
forma creativa, intrincada y envolvente para ver al mundo y sus realidades bajo
una propuesta dinámica, fresca y novedosa que impactó no solo el escenario
académico, sino el del arte, la moda, los medios de comunicación, la política, la
publicidad y la imagen, así como las emociones y sentimientos.
Por ejemplo, cualquiera que haya hecho fila para comprar tortillas alguna vez,
reconocerá la escena que se formaba mientras se esperaba el preciado producto,
cuando se observaban y escuchaban a las demás personas, con sus actitudes,
historias, comportamientos, frases y si había una pareja, sus besos, miradas y
hasta desencuentros, como si se trataran de celebridades simbólicas en un tiempo
y espacio efímero, o más bien líquido, pues en esos instantes conectas con las
conversaciones de los demás, te enamorabas de forma azarosa ante la
oportunidad de estar cerca del chico o chica que te gustaba, pero cuando llegabas
a pagar e irte, la experiencia se esfumaba, el contenido que otrora se disfrutó
cambió dramáticamente a otro momento con su propia reglamentación
sociocultural, y para practicar este juego de anhelos y subjetividades instantáneas
tenías que esperar a que las caprichosas acciones del destino nos volvieran a
juntar con un puñado de extraños, que por segundos, compartíamos los mismos
horizontes y condiciones comunes, así como descontentos en la vida de consumo
ininterrumpida.
Esta es mi forma de homenajear el pensamiento de lo líquido y a Bauman, con
quien me enamoré al instante cuando leí las primeras páginas de su libro Vida de
Consumo. No es la intención hacer un recorrido por todas las obras del autor,
pues ya han sido publicadas casi todas (varias de manera póstuma), ni de sacar
aspectos de su vida pues existen numerosos contenidos que lo hacen en
diferentes plataformas transmedia.
Más bien es una especie de deferencia a estilo de su texto Generación Líquida
publicado después de su muerte en el año 2017, donde con base a
conversaciones compartidas con el periodista y entrevistador Thomas Leoncini,
se construye esta obra donde exponían distintos puntos de vista de los vástagos
del fin de siglo pasado.
Imagino la emoción y entusiasmo que tuvo Bauman al trabajar con un joven
escritor (más joven que yo) sobre temas actuales que se fortalecerán desde la
postura sólida (alguna vez líquida) del experto con la del primerizo (pero jamás
ligero) “novato” de la percepción de las transformaciones generacionales de los
habitantes del siglo XXI.
Esa agitación intelectual la comparto en este texto con Ximena Toledo, una mujer
joven y estudiosa de la comunicación, el lenguaje y la cultura, que al igual que
Leoncini, ofrece una postura rebelde sobre los temas que le propuse, para darme
cuenta de lo mucho que me queda por conocer de las brillantes generaciones
líquidas, que al contrario de algunos, afirmó que son propositivas, creativas,
críticas e ilustradas.
Sirva este texto para acercarnos al siempre positivo y necesario diálogo entre
generaciones, en donde se aporten conversaciones transaccionales que hagan
convergencia entre el pasado y el presente y que fortalezcan la capacidad de
pensar de maneras distintas y heterogéneas.
Tres son los temas que conversamos la brillante Ximena y quien escribe.
Jóvenes
Bernardino Rubio: Las generaciones actuales son desestimadas por sus hábitos
virtuales y de consumo en el tejido digital. Pensamos que son una especie de
habitantes mudos y ciegos ante los complejos fenómenos y problemas de lo
contemporáneo. Esto me lleva a varias dudas ¿quién es la voz de una generación
caracterizada por la viralidad de lo estulto y efímero de los vídeos cortos? ¿Con
quién te identificas en esta era pos líquida? ¿Existen ciber esferas o semiesferas
dentro del ecosistema de internet y sus medios que nos den otra visión de estas
aseveraciones de tu generación Ximena?
Ximena Toledo: Los jóvenes hoy en día utilizamos especialmente a las redes socio
digitales como nuestra voz para comprender el mundo, siguiendo en la mayoría de
casos ideologías absurdas y modelos perversos como arquetipos, modas y
tendencias que comparten influencers en las plataformas como Tik Tok,
Facebook, e Instagram, entre muchas otras.
Las nuevas generaciones de jóvenes nos identificamos con los roles y funciones
que nos marca la estructura de nuestro sistema, por ejemplo, el cómo debemos
comportarnos las mujeres, siempre siendo sumisas y delicadas, mientras que los
hombres deben mostrarse en todo momento fuertes y audaces. Por ende, vivimos
en una semiósfera controlada y manipulada por los medios dentro del bioma digital
de nuestra realidad social.
- Violencia hacia la mujer.
Ximena Toledo: Los medios se aprovechan de sus narrativas para que no exista
paz social, de alguna manera esto quiere decir que la violencia hacia las mujeres
genera un orden social, haciendo que los hombres piensen y actúen con
ideologías machistas tratándonos como simples objetos que no tienen valor,
tomándonos como personas poco inteligentes, que no piensan ni crean su propia
visión del mundo.
Bernardino Rubio: Es cierto que las mujeres han sufrido un acoso histórico y
sistemático por parte de la sociedad, los medios de comunicación, la cultura
política, la economía y hasta de la ciencia, rubros manejados generalmente por
nosotros los hombres, creando distintas violencias por razones de género, debido
a la falta de horizontalidad en el diseño, gestión y compartición del conocimiento.
Me resulta sumamente interesante tu postura sobre que el orden social se gana
ejerciendo violencia hacia las mujeres.
- Amor
Bernardino Rubio: Esto último que mencionas, ha traído consigo múltiples
problemas, por ejemplo el romanticismo alrededor de ustedes, cargándolas de
significados que perpetuán ciertas cualidades impuestas, como el llamado “amor
romántico” que nos obliga a los varones a conquistarlas cual terreno de pruebas,
para aparentar la ilusión de control sobre sus cuerpos.
Ximena Toledo: Tristemente en la actualidad, las relaciones humanas incluyendo
las amorosas, son cada vez más efímeras, cambiantes y volátiles, por la imagen
que dan de estas las novelas románticas, a través del cine y la televisión, se forma
una visión del amor, del hombre ideal, de la pareja; esto da entrada a romantizar
algunos tipos de violencia, creando un significado equivocado del amor al pensar
que se demuestra únicamente a través de regalos, obsequios y cosas materiales,
normalizando también el lenguaje sexista como signo de amor y la idea de que
debemos ser dominadas por los varones.
Esto me lleva a reflexionar a que cada uno tenemos la responsabilidad de
repensar las narrativas que nos proporcionan los medios para utilizarlos con
políticas diferentes, y que influyan de manera asertiva en nuestra comprensión del
mundo y en la forma en la que nos relacionamos con nosotros mismos, con los
demás y por supuesto con la cultura.
La conversación anterior la realizamos dos espectadores de las apariencias, que
insatisfechos por la significación estética y cultural del consumo, nos atrevimos a
homenajear la extraordinaria existencia literaria de uno de los más importantes
críticos de nuestros tiempos.
Este encuentro generacional abre el debate sobre la cultura contemporánea y
desmitifica, una vez más, a la juventud.
Gracias amiga Ximena.
LA CIMA 20/10/23
Textos híbridos de periodismo contemporáneo
Bernardino Rubio Tamariz