La fotografía ganadora del premio “Fotógrafo de fauna silvestre del año” en la categoría de Fotoperiodismo, tomada por el biólogo y fotógrafo mexicano Fernando Constantino Martínez Belmar, es un poderoso testimonio del impacto de la construcción del Tren Maya en la península de Yucatán.
La imagen, titulada “Mexico’s tourism bulldozer”, muestra una excavadora que avanza sobre un bosque tropical, arrasando con todo a su paso. La fotografía es impactante por su dramatismo y por la magnitud de la destrucción que representa.
El Tren Maya es un megaproyecto con una inversión estimada entre 15 mil y 20 mil millones de dólares que busca conectar varios estados del sureste de México y promover el desarrollo económico de la región. Sin embargo, el proyecto ha generado preocupación a nivel nacional e internacional debido a sus efectos perjudiciales en los ecosistemas y los derechos de las comunidades indígenas en la zona.
La fotografía de Martínez Belmar es un recordatorio de la importancia de proteger los ecosistemas naturales y de los derechos de las comunidades indígenas. Es una imagen que debería llamar la atención de las autoridades y de la opinión pública sobre la urgencia de tomar medidas para mitigar los impactos negativos del Tren Maya.
El premio otorgado a Martínez Belmar es un reconocimiento a su trabajo como fotógrafo y a su compromiso con la defensa del medio ambiente. Es un mensaje de esperanza para quienes luchan por proteger los recursos naturales de México.
Impacto de la fotografía
La fotografía de Martínez Belmar ha tenido un impacto significativo en la opinión pública sobre el Tren Maya. La imagen ha sido ampliamente difundida en los medios de comunicación y en las redes sociales, y ha generado una gran cantidad de comentarios y críticas al proyecto.
La fotografía ha sido utilizada por los opositores al Tren Maya para denunciar los impactos ambientales del proyecto. Los activistas sostienen que la construcción del tren está provocando la deforestación de bosques tropicales, la contaminación de los ríos y la destrucción de los hábitats de especies en peligro de extinción.
El gobierno mexicano ha defendido el proyecto, argumentando que el Tren Maya generará beneficios económicos y sociales para la región. Sin embargo, la fotografía de Martínez Belmar ha puesto de manifiesto los posibles daños ambientales del proyecto, y ha generado un debate público sobre su viabilidad.
