La práctica de sumergirse en agua helada está ganando popularidad en todo el mundo debido a los presuntos beneficios para la salud que se le atribuyen. El doctor Mauricio González, reconocido por su conocimiento en el campo médico en los Estados Unidos, ha detallado los efectos que este acto produce en el cuerpo humano.
De acuerdo con el doctor González, al sumergirse en agua helada, los vasos sanguíneos de la piel y las extremidades se contraen inicialmente para mantener la temperatura estable en el tórax. Además, se observa un aumento en la respiración, la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la tasa metabólica.
Según la Clínica Cleveland de los Estados Unidos, los baños de hielo también reducen el flujo sanguíneo, aliviando la inflamación y el dolor muscular.
Entre los beneficios destacados por el doctor González se encuentran la reducción del dolor muscular y la inflamación post-entrenamiento, así como una mayor sensación de bienestar debido a la liberación de dopamina, que activa el sistema inmunológico. Sin embargo, señala que la evidencia reciente sugiere que sumergirse en agua helada puede inhibir el crecimiento muscular, aunque este efecto no ha sido completamente confirmado.
No obstante, existen riesgos asociados con esta práctica. El doctor González advierte que en algunas personas puede provocar hipotermia temprana, lo que puede resultar en desmayos, arritmias u otras situaciones peligrosas.
Para realizar esta práctica de manera segura, la Universidad de Utah en los Estados Unidos sugiere una serie de recomendaciones, como consultar a un médico antes de comenzar, preparar y entrenar el cuerpo, controlar la temperatura del agua, no realizar la práctica solo y prestar atención a las necesidades del propio cuerpo.
Es esencial considerar estos puntos para evitar cualquier complicación al sumergirse en agua fría.
Por: Ingrid Castillo
