En una declaración impactante, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reconoció que las fuerzas israelíes causaron la muerte de siete trabajadores humanitarios de World Central Kitchen (WCK) de manera «no intencionada» en la Franja de Gaza. El incidente, ocurrido recientemente, ha sacudido a la comunidad internacional y ha llevado a un llamado urgente a la investigación y rendición de cuentas.
Netanyahu, en un mensaje expresó su pesar por lo sucedido, calificándolo como un «caso trágico». Afirmó que el suceso será sometido a una exhaustiva investigación, señalando que «este tipo de cosas suceden en la guerra», aunque aseguró que se hará todo lo posible para evitar que vuelva a ocurrir.
El Ejército israelí anunció que el Mecanismo de Investigación y Evaluación de Hechos, una entidad militar independiente, será la encargada de investigar el ataque. Esta medida busca garantizar la transparencia y la imparcialidad en el proceso investigativo, que ha llevado a la suspensión de las operaciones de WCK en la región.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), Daniel Hagari, se comunicó personalmente con el chef José Andrés, fundador de WCK, para expresarle sus condolencias por las pérdidas. El ataque cobró la vida de siete trabajadores humanitarios, incluyendo a cuatro ciudadanos extranjeros. Este trágico evento marca la primera vez desde el 7 de octubre que trabajadores humanitarios extranjeros son asesinados en la guerra de Gaza, un conflicto que ha dejado un devastador saldo de más de 32,800 víctimas mortales, en su mayoría mujeres y niños.
La comunidad internacional espera que esta investigación arroje luz sobre lo ocurrido y que se tomen medidas para prevenir futuros incidentes similares. La seguridad de los trabajadores humanitarios y la protección de civiles inocentes deben ser prioritarias en cualquier conflicto, y es crucial que se haga justicia para las víctimas y sus familias.