En un mundo donde la televisión y el streaming se han convertido en fuentes de entretenimiento, acceso fácil, apropiación y reflexión para jóvenes y adultos por igual.
En un mundo donde la televisión y el streaming se han convertido en fuentes de
entretenimiento, acceso fácil, apropiación y reflexión para jóvenes y adultos por
igual, las series que abordan temas de adolescencia problemática, adicción, salud
mental y sexualidad a menudo ocupan un lugar destacado en la cultura pop.
En el olvido para muchos en la nostalgia para otros esta, «Skins» serie que
actualmente se encuentra en Netflix y que en el pensar de los días no puedo dejar
de pensar de la gran similitud con «Euphoria» que encontramos en HBO, ambas
series han dejado una impresión duradera en el panorama televisivo, pero también
han suscitado críticas por su representación de la vida de los adolescentes.
Acompáñame y exploraremos cómo estas series han influido en la percepción de
los jóvenes sobre estos temas, incluido el consumo de drogas, sexualización
prematura, trastornos de ansiedad o sociopatía, robo o tráfico de drogas, cuya
responsabilidad social cae en los creadores y la sociedad en este contexto,
especialmente en el contexto de la creciente crisis de los opioides y el fentanilo y la
constante exploración del “Yolo” en la vida sexual activa de las generaciones más
jóvenes.
Skins, la serie británica que se emitió entre 2007 y 2013, se ganó seguidores por su
enfoque audaz y controvertido de la vida de los adolescentes. Aunque fue elogiada
por su autenticidad, no estuvo exenta de críticas. Algunos argumentaron que la serie
a menudo cruzaba la línea hacia la explotación de los problemas adolescentes,
mostrando una autodestrucción sin suficiente contexto o resolución. Los personajes,
a veces, parecían estereotipados y unidimensionales, lo que dificulta la identificación con ellos.
Por otro lado, Euphoria llegó años después y abordó temas similares, pero con un
enfoque más reflexivo. La serie se esfuerza por dar una representación más
profunda y matizada de los personajes y sus problemas, explorando sus pasados,
motivaciones y relaciones de manera más profunda. Esta diferencia en enfoque se
traduce en una representación más completa de los desafíos que enfrentan los
jóvenes.
Sin embargo es imposible que pase desapercibido las altas similitudes de un Tony
con un Nate o una Euphy con una Rue y es aquí donde la influencia de estas series
cobra una importancia especial en el contexto de la creciente crisis del consumo de
drogas tal y como lo son los opioides y el fentanilo que afecta a muchas
comunidades en todo el mundo.
La disponibilidad y el uso indebido de opioides, incluido el fentanilo, han llevado a
una crisis de salud pública con graves consecuencias, como sobredosis y
muertes. Si bien no se descarta la responsabilidad de las farmacéuticas como
Purdue Farmance, la representación de sustancias en los medios de
comunicación, con un alto romanticismo visual, de guión y sensorial en series
como estas dirigidas a jóvenes, puede tener un impacto en la percepción de la
seguridad de estas sustancias y contribuir a un mayor riesgo de abuso en ejemplo
como dice el personaje de Rue Bennett “Lo hermoso de drogarse es que el tiempo deja de existir”.
Y es que aunque la responsabilidad recae tanto en los creadores de estas series
como en los padres y tutores. Los creadores deben ser conscientes del impacto que
sus obras pueden tener en los jóvenes y equilibrar la representación honesta de la
adolescencia con la comprensión de que su trabajo puede influir en la percepción y
el comportamiento de la audiencia.
Estamos en una lucha constante ante la hegemonía de las nuevas plataformas de
streaming que no ceden para darnos más opio visual de placeres como estas
series que no dejarán en el olvido por la alta respuesta de consumo. Pero es aquí
donde las autoridades y las plataformas de transmisión también deben establecer
clasificaciones por edades y brindar información sobre el contenido para ayudar a
los padres a tomar decisiones informadas.
En este contexto, las líneas de hoy no buscan condenar estas series, sino destacar
la importancia de la educación y el diálogo entre padres y adolescentes. La
exposición a temas difíciles en los medios de comunicación debe ir de la mano con
un ambiente de apoyo y educación en el hogar y en la sociedad, donde la
separación del glamour y el romance de temas tan sensibles debe identificarse
desde antes de saborear los primeros minutos de series como estas.
Es fundamental que los jóvenes tengan la capacidad de navegar por los desafíos
de la vida de manera saludable y responsable, especialmente cuando se trata del
riesgoso consumo de drogas, un tema que puede tener consecuencias graves,
como se ha visto en la crisis de los opioides y el fentanilo que requiere una atención
urgente, que estoy seguro en muchos casos con su debida temporalidad comenzo
con un “Es como en Skins o como en Euphoria, no pasa Nada”.
En resumen, «Skins» y «Euphoria» son dos series que han dejado su huella en la
representación de la adolescencia en la televisión, desde el 2007 hasta hoy 2023 y
su influencia cobra especial relevancia en el contexto de la creciente crisis del
consumo de drogas tales como los opioides y el fentanilo que se encuentran
mezcladas en la mayoría de las drogas actuales.
La reflexión y el diálogo son esenciales para abordar estos temas de manera
equilibrada y constructiva en la sociedad actual.
Ciero con una cita de Erving Goffman, quien exploró la interacción social y la
representación en la vida cotidiana. Goffman dijo: «El individuo se convierte en lo
que es, no sólo a través de lo que él mismo piensa, sino también a través de las
miradas de los demás y sus opiniones sobre él». Esta cita resalta la importancia de
cómo la sociedad y los medios de comunicación influyen en la percepción y el
comportamiento de los individuos, especialmente de los jóvenes.
La representación en los medios puede moldear nuestras opiniones y actitudes, lo
que subraya la necesidad de una reflexión crítica y un diálogo informado sobre
temas complejos y relevantes en la vida de los adolescentes. En el olvido quedan
la series pero las consecuencias de su imitación en el presente.
Por: José Iván Del Villar González
