En un trágico suceso que ha conmocionado a la comunidad internacional, un misil ruso impactó en la aldea ucraniana de Hroza, ubicada en la provincia de Járkov, causando la pérdida de la vida de la mitad de sus habitantes. Este devastador ataque tuvo lugar un día después de la matanza en la que 52 personas perdieron la vida en la misma región.
El viernes, dos excavadoras y una docena de operarios equipados con motosierras y azadas se encontraban trabajando a contrarreloj para ampliar los terrenos del cementerio local. Esta medida fue necesaria para dar cabida a los restos de las 52 víctimas asesinadas por el misil ruso. La magnitud de esta tragedia es excepcionalmente dolorosa debido a que resultó en la pérdida de la mitad de los habitantes de Hroza, un pequeño pueblo en el este de Ucrania.
La Oficina para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania ha comenzado a investigar este ataque y señala que se requiere una respuesta urgente para abordar la situación en la provincia de Járkov, donde varios municipios, incluida la capital, están siendo objeto de ataques por parte del invasor ruso.
La comunidad internacional sigue con gran preocupación los acontecimientos en Ucrania, y se espera que se tomen medidas para poner fin a la violencia y garantizar la seguridad de la población civil en la región.
Por: Ingrid Castillo