“Y cuando no te escuchen grita…” una de las tantas consignas que cada 8 de marzo se escucha, y es que creímos que hemos avanzado, pero seguimos encasillados, seguimos dejando de lado los avances en materia de igualdad y justicia y solo en semanas previas o posteriores a la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de las mujeres, se retoman.
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¿Qué ha pasado con los feminicidios? , ¿cuántos se han resuelto y han tenido justicia?, ¿cuántas mujeres han sido rescatadas de la violencia?, No por que no se hable del tema no existe, porque ahora el único tema que preocupa y lo hará por los próximos meses son las elecciones, no importan la propuestas, no importa el curriculum, importa el gasto excesivo de campañas, importa quién gana la simpatía, las casillas y claro, la presidencia, lo demás no importa…
Un cuento de nunca acabar, la misma historia, ahora a la clase política poco le importa cómo marche el país, cuanta pobreza exista, cuanta inseguridad, lo que importa es que esas herramientas sean usadas para promesas, para ataques contra los adversarios, en pocas palabras mucho bla, bla y poco actuar, como siempre.
Viene pues lo anterior, “y cuando no te escuchen grita”, ¿por qué no hacerlo? En un país donde la voz ciudadana no se escucha, es imperceptible, inexistente, poco valorada y solo requerida a la hora del voto, ¿por qué no hacerlo en un país donde se protege más el presupuesto en las elecciones y las casillas electorales que a los ciudadanos? Entonces si, en este país que no escucha, se vale gritar.
