Un preocupante informe revela que las probabilidades de que las adolescentes de entre 15 y 19 años mueran debido a complicaciones durante el embarazo o el parto son dos veces mayores que las de una mujer de 20 a 30 años. Esta situación plantea serias preocupaciones en México y a nivel global, donde la población adolescente y joven inicia su vida sexual en promedio entre los 15 y los 19 años.
Inician su vida sexual entre los 15 y los 19 años
La población adolescente y joven se ha convertido en una prioridad a nivel mundial, ya que la generación actual es la más grande que se haya registrado en la historia de la humanidad. Las condiciones en las que toman decisiones sobre su sexualidad, los elementos y servicios con los que cuentan para ello, así como las oportunidades de educación y desarrollo disponibles, tienen un importante efecto en su calidad de vida y en las tendencias poblacionales de las siguientes décadas.
A nivel global, se observa que una gran cantidad de adolescentes ya son sexualmente activos antes de cumplir 20 años de edad, y la gran mayoría (alrededor del 60%) no utiliza ninguna protección contra el embarazo, ni contra el riesgo de adquirir una Infección de Transmisión Sexual (ITS) o infectarse de VIH. Cada año, alrededor de 16 millones de adolescentes en el mundo dan a luz, y el 90% de estos embarazos ocurren en países en desarrollo, con un 38% de ellos ocurriendo en América Latina y el Caribe.
Riesgos de un embarazo en la adolescencia
Los riesgos de un embarazo en la adolescencia están fuertemente asociados con las desigualdades sociales, la pobreza y la inequidad de género. Las probabilidades de que las adolescentes de entre 15 y 19 años mueran debido a complicaciones durante el embarazo o el parto son dos veces mayores que las de una mujer de 20 a 30 años, lo que destaca la necesidad de abordar esta problemática de manera urgente.
En México, las y los jóvenes inician su vida sexual entre los 15 y los 19 años, en promedio. Aunque la gran mayoría de ellos (97%) conoce al menos un método anticonceptivo, más de la mitad no utilizó ninguno en su primera relación sexual. Esto subraya la importancia de mejorar la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos efectivos para esta población.
Las autoridades de salud y los organismos internacionales están llamando a la acción para abordar este problema global y nacional, enfocándose en la promoción de la educación sexual, la igualdad de género y el acceso equitativo a servicios de salud reproductiva, con el objetivo de reducir las tasas de embarazo en adolescentes y, en última instancia, proteger la vida y el futuro de las jóvenes.
Por: Patricio Álvarez.