De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el 70% de los estudiantes universitarios en México sobreviven con menos de $50 al día.
El estudio, que se realizó en 2023, encuestó a más de 20 mil estudiantes de universidades públicas y privadas de todo el país.
Los resultados mostraron que el gasto promedio de los estudiantes es de $45 al día. El gasto más importante es en alimentos, que representa el 60% del presupuesto.
El estudio también encontró que el 40% de los estudiantes tiene que trabajar para financiar sus estudios.
Los estudiantes que sobreviven con menos de $50 al día suelen tener que hacer sacrificios para poder pagar sus estudios. Por ejemplo, comen menos, viven en condiciones precarias y tienen que trabajar más horas.
Consecuencias de la pobreza estudiantil
La pobreza estudiantil tiene una serie de consecuencias negativas, tanto para los estudiantes como para la sociedad en general.
Para los estudiantes, la pobreza puede dificultar su acceso a una educación de calidad. Los estudiantes que tienen que trabajar para financiar sus estudios tienen menos tiempo para estudiar y suelen tener un rendimiento académico más bajo.
La pobreza estudiantil también puede tener un impacto negativo en la salud y el bienestar de los estudiantes. Los estudiantes que no tienen acceso a una alimentación adecuada y a una vivienda digna tienen más probabilidades de sufrir problemas de salud.
Para la sociedad en general, la pobreza estudiantil representa una pérdida de capital humano. Los estudiantes que no pueden terminar sus estudios tienen menos probabilidades de encontrar un trabajo bien remunerado y de contribuir al desarrollo económico del país.
Medidas para combatir la pobreza estudiantil
El gobierno mexicano ha implementado una serie de medidas para combatir la pobreza estudiantil, como el programa de becas Benito Juárez. Sin embargo, estas medidas no son suficientes para atender la magnitud del problema.
Para combatir la pobreza estudiantil de manera efectiva, es necesario implementar medidas integrales, que incluyan:
Aumento de la inversión en educación pública.
Creación de programas de becas y apoyo financiero para estudiantes de bajos recursos.
Mejora de las condiciones de vida de los estudiantes, como la vivienda y la alimentación.
También es importante trabajar para reducir las desigualdades sociales, que son una de las principales causas de la pobreza estudiantil.
Por: Patricio Álvarez.