Un documento interno del Instituto Mexicano del Seguro Social recientemente divulgado explica que la institución de salud no tiene el equipo de terapia intensiva que necesita para atender a pacientes graves y que ha sustituido estas carencias con personal médico, pero existe el riesgo de “error humano”.
De cara a esta situación, el Instituto gastará más de 198 millones para equiparse, pero los suministros llegarán a las unidades a partir del 2025. Serán 266 equipos para el área de terapia intensiva de las Unidades Médicas de Alta Especialidad a nivel nacional.
El Seguro Social no cuenta con monitores de signos vitales, computadoras para determinar gasto cardiaco por bioimpedancia, ni equipos de monitoreo, análisis y adquisición digital neurofisiológica. Para atender a los pacientes, actualmente se realizan talleres de hemodinamia y de apoyo respiratorio: el personal hace cálculos matemáticos, con base en datos indirectos de signos vitales, gasometrías arteriales y parámetros ventilatorios.
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Los 266 equipos por adquirir incluirán 59 computadoras para determinar gasto cardiaco por bioimpedancia, 36 equipos de monitoreo análisis y adquisición digital neurofisiológica, así como 171 monitores de signos vitales. Estos equipos se distribuirán entre las 71 unidades médicas de alta especialidad en el país.
El IMSS ha detallado que, con estas acciones, la atención médica de terapia intensiva en las Unidades Médicas de Alta Especialidad de tercer nivel pueda optimizarse y garantizar el apoyo a pacientes gravemente enfermos, evitando repercusiones en la salud e incluso la vida de los pacientes.
