En unas declaraciones recientes, Claudia Sheinbaum, candidata a la presidencia de la República, exhortó a la ciudadanía a apoyar su proyecto político para “expandir” la 4T. “Expandir” y dotar a la transformación de un “segundo piso” son muletillas ya habituales. Parece conveniente entender qué significa “expandir” como acción simultánea y vinculada a “segundo piso”. Sheinbaum propone “expandir” el primer piso de la 4T mediante una obra de ingeniería que denomina “segundo piso”. Tiene por delante una labor compleja si pretende “expandir” las reformas efectuadas en este sexenio agotadas en sí mismas. Sin embargo, el término adoptado es más correcto que el previsible “profundizar” que es una imposibilidad puesto que no queda nada debajo y sería absurdo “profundizar” para elevar un “segundo piso”, dejando como opción exclusiva la expansión. Todo indica que “el segundo piso de la 4T” se construirá sobre una muy familiar destrucción expansiva que ilustra el temple de lo que Morena llama transformación: construir es destruir y cuanto más se destruye más se expande.
Sheinbaum no tiene fácil llenar de sentido “expandir” después de estos seis años: cancelación del AICM, 800.000 mil muertos por pandemia, 200.000 homicidios, 40% del territorio nacional en manos del crimen organizado, creación de la Guardia Nacional que no guarda nada, entrega al Ejército de negocios civiles fomentando corrupción, indiferencia hacia los niños con cáncer, omisión frente a 65.000 feminicidios, cierre de estancias infantiles, clausura de escuelas, cancelación del seguro popular, imposición del inútil INSABI para luego retirarlo, acoso constante al SCJNM, hostigamiento al INAI, persecución a adversarios políticos, calumnia y difamación de expresidentes, periodistas e intelectuales, ataque permanente a la libertad de expresión, presiones intolerables a medios de comunicación, corrupción familiar y corrupción del aparato del Estado, mentir como directriz política, construcción de una refinería que no refina, trazado de un tren que no camina, apuesta por un aeropuerto sin aviones, implementación de programas sociales que ya no podrán mantenerse, aumento de pobreza y desempleo, incremento de los migrantes mexicanos, consecución de la mayor nivel de deuda.
Enumeración caótica que exhibe la dificultad de Claudia Sheinbaum para “expandir” la 4T. A primera vista, da la impresión de que no hay nada que “expandir” ante el presente erial. Pero aquí van unas sugerencias: liquidación del Estado de Derecho, desaparición efectiva del poder judicial, cancelación definitiva del INAI, anexión de la UNAM a la presidencia de México cuyo titular ejercerá de rector, cierre de todos los medios de comunicación excepto afines, supresión de aeropuertos y vías de comunicación terrestres y marítimas, prohibición de inversión extranjera, obligación para las mujeres de usar huipil y huaraches para los hombres, rehabilitación de los sacrificios humanos dirigidos a los adversarios. Bien visto, parece que el “segundo piso de la 4T” tiene hacia donde “expandirse”. No habría que dar ideas.