El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció su candidatura para las elecciones presidenciales programadas para el año 2025. Morales hizo este anuncio en su programa de radio local Kawsachun Coca, afirmando que se vio «obligado» a tomar esta decisión debido a diversas circunstancias y tensiones en la política boliviana.
En sus declaraciones, Morales expresó que tanto la presión popular como diversas fuerzas, incluyendo «la derecha, el Gobierno y el imperio», lo habían convencido de ser candidato nuevamente, a pesar de las acusaciones en su contra. El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) denunció una «campaña sucia» en su contra, con la oposición tildándolo de «narcotraficante», mientras que el Gobierno actual lo señala como el «rey de la cocaína».
Morales enfatizó su determinación de no rendirse y participar en una «dura batalla democrática». Además, anunció su intención de construir propuestas y una agenda para el período post-bicentenario de Bolivia, destacando que mantendría reuniones con empresarios para este propósito.
El ex presidente lamentó que su sucesor, el presidente Luis Arce, no haya avanzado en la implementación de la agenda de 13 pilares que habían planificado juntos hacia el bicentenario del país. No obstante, Morales afirmó que aún conserva la fuerza necesaria para continuar en la política boliviana.
Este anuncio de Morales se produce en un momento crucial, ya que se aproxima el Congreso Nacional del MAS, programado del 3 al 5 de octubre en el trópico de Cochabamba, uno de sus bastiones políticos. Esta decisión de ubicación ha sido motivo de disputa entre los aliados de Arce, quienes intentaron trasladarlo a El Alto, y los seguidores de Morales, conocidos como «evistas», quienes han amenazado con decidir la expulsión de Arce y Choquehuanca en dicho Congreso, a quienes califican como «traidores». El panorama político en Bolivia se encuentra en un momento de alta tensión con este anuncio.
Por: Ingrid Castillo
