Comenzó su carrera describiendo el México de aquellos que vivían su adolescencia “En el 2000”; se convirtió en una de las artistas de su generación más importantes no solo por su capacidad de resiliencia, sino porque aprendió a conectar con el alma de su país a través de la música: creó un himno para el movimiento #YoSoy132 (“Derecho de nacimiento”); musicalizó la reconstrucción de un centro dedicado a documentar y enseñar acerca del “son jarocho” en Veracruz y, en su último disco, le canta a las hierbas y el amor de las curanderas mexicanas.
Tiene un capítulo en la serie de Netflix “Song Exploder”, que cuenta cómo creó la canción “Hasta la raíz” que es, en realidad, el proceso creativo sobre cómo transitó de una joven creada por la industria a la que ella llegó, hasta la cantautora que conocemos hoy. Multipremiada en los Grammy latinos por lo que canta, por la recuperación del folklore y las recopilaciones logradas.
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Natalia Lafourcade es el reflejo de una de las generaciones de este país. Sin renunciar a la memoria, ha creado su propio estilo, apuntado a denunciar, pero también a describir cómo se sobrevive tras la denuncia o el nombramiento de la pena. Ha visibilizado causas, pero también prestado su voz para musicalizar películas animadas que enlataron hacia Hollywood lo que significa el “día de muertos” para México: Coco.
La de Natalia ha sido una carrera que se parece mucho a la historia del millennial de clase media en México: una joven que llegó a la repartición de las últimas migajas de un México al que no le terminó de cuajar el neoliberalismo salinista, pero que entonces aprendió a crear y construir su propio estilo musical, y forma de pararse en el mundo, bajo sus propias reglas.
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Mañana cumple 40 años. Desde hace mucho dejó de ser la “chavita” que cantaba “En el 2000”, pero hoy especialmente necesitamos verla como una artista consolidada y, por mucho, una de las voces que representa a México con sus canciones, pero también con la sabiduría desde la que las canta que es, también, la de una parte de la generación a la que representa.