Después de que el pasado miércoles 14 de febrero se abriera fuego durante el desfile por el triunfo de Kansas City Chiefs en el Super Bowl, hubo una persona fallecida: Elizabeth López-Galván, quien tenía orígenes mexicanos y una historia relacionada a la música en territorio estadounidense.
Lisa, como también era llamada, tenía 43 años y una relación profunda con la ciudad de Kansas: su padre fundó el primer mariachi de la ciudad, el Mariachi México, en la década de 1980; su hermano, Beto López, es director ejecutivo de los Guadalupe Centers, que proporcionan servicios a la comunidad y dirigen escuelas para la población latina.
López-Galván trabajaba como locutora voluntaria en la radio local KKF; mezclaba música texana mexicana y española con R&B y hip-hop en pequeñas fiestas privadas y en un restaurante local bajo el seudónimo Lisa G. Fue una mujer extrovertida y madre de dos hijos, según expresaron Rosa Izurieta y Martha Ramírez, amigas que trabajaron con ella en una empresa de recursos humanos.
Elizabeth asistió al desfile donde perdió la vida en compañía de su esposo y uno de sus hijos, quien es fanático de Kansas City Chiefs y también recibió un disparo.
El día de hoy, la cantante Taylor Swift donó 100 mil dólares (en dos emisiones) a la familia de la DJ de origen mexicano, que organizó una colecta a través de la plataforma GoFoundMe. La cantante signó su donación diciendo que Lisa “era madre, esposa, hija, hermana, tía, prima y amiga increíble para muchos”.
Tras el tiroteo, el novio de la cantante, Travis Kelce, admitió estar impactado por lo ocurrido y aseguró que su corazón estaba con los afectados. Joe Biden, en tanto, volvió a pedir al Congreso que apruebe una ley de control de armas para frenar la violencia.
