La periodista Anabel Hernández afirma en su libro «Las señoras del narco: amar en el infierno» que Galilea Montijo fue la amante favorita de Arturo Beltrán Leyva, uno de los narcotraficantes más poderosos de México.
Según el testimonio de Celeste, una de las esposas de Beltrán Leyva, el capo estaba profundamente enamorado de Montijo y le regalaba lujosos regalos y grandes sumas de dinero.
Hernández afirma que la relación entre Montijo y Beltrán Leyva causó problemas en la organización criminal, ya que otras mujeres del capo estaban celosas de la atención que le prestaba a la conductora.
El triángulo amoroso con Lilí Brillanti
Celeste también confirma en su testimonio que Montijo tuvo un triángulo amoroso con Beltrán Leyva y la conductora Lilí Brillanti.
Según Hernández, Brillanti estaba obsesionada con Beltrán Leyva y le hacía la vida imposible a Montijo.
La santería y el dinero
Hernández afirma que Montijo le presentó a Beltrán Leyva a personas de la santería, lo que causó la desconfianza de Celeste y otros miembros de la organización criminal.
Incluso, Hernández afirma que algunos pensaron que Montijo le hacía trabajos de santería a Beltrán Leyva para controlarlo.
La reacción de Montijo
Montijo ha negado en varias ocasiones las acusaciones de Hernández. En 2022, la conductora presentó una demanda contra la periodista por difamación.
La demanda aún está pendiente de resolución.
Las acusaciones de Hernández contra Montijo son graves y podrían tener un impacto negativo en su carrera.
Si las acusaciones se confirman, Montijo podría ser acusada de lavado de dinero y otros delitos relacionados con el narcotráfico.
Sin embargo, es importante señalar que las acusaciones de Hernández aún no han sido probadas en un tribunal.
Montijo tiene derecho a la presunción de inocencia y hasta que no se demuestre lo contrario, debe ser considerada inocente.
Por: Patricio Álvarez.