El senador morenista Alejandro Rojas Díaz Durán presentó una iniciativa que propone reformar el artículo 56 de la Constitución Política para otorgar un escaño en la Cámara de Senadores a los presidentes de la República salientes, sin remuneración alguna.
La iniciativa, que entraría en vigor en 2030, señala que los exmandatarios «no integrarían el quórum ni recibirán remuneración alguna, tendrán derecho solamente a voz y les serán aplicables las disposiciones contenidas en los artículos 61 y 62 de esta Constitución, pero no integrarán fracción parlamentaria.»
Rojas Díaz Durán aseguró que la propuesta «no tiene finalidad de instituir una senaduría de carácter vitalicio, sino que el planteamiento que se considera con mayor viabilidad, dada la historia y características de nuestro sistema político, es la incorporación en la Carta Magna de una senaduría por un tiempo determinado.»
«Esta propuesta no tiende a perpetuar a una persona, en este caso al Poder Ejecutivo, lo que busca es darle valor a la experiencia y el conocimiento de quien ejerció el cargo más alto dentro de la política mexicana, así como ofrecer la opción para los exmandatarios de continuar en la actividad política dentro del ámbito parlamentario», dijo.
La iniciativa ha sido criticada por algunos sectores, quienes la consideran una forma de perpetuar el poder en manos de los expresidentes. Otros, sin embargo, la ven como una oportunidad para que los exmandatarios aporten su experiencia y conocimiento al proceso legislativo.
Si la iniciativa fuera aprobada, la Cámara de Senadores tendría 129 elementos, en vez de 128.
Análisis
La iniciativa de Alejandro Rojas Díaz Durán es un tema controvertido que ha generado opiniones divididas. Algunos consideran que es una forma de perpetuar el poder en manos de los expresidentes, mientras que otros la ven como una oportunidad para que los exmandatarios aporten su experiencia y conocimiento al proceso legislativo.
La iniciativa tiene dos puntos clave:
Otorgaría un escaño en la Cámara de Senadores a los presidentes de la República salientes, sin remuneración alguna.
El escaño sería por un periodo de seis años, improrrogable.
La propuesta ha sido criticada por algunos sectores, quienes consideran que es una forma de perpetuar el poder en manos de los expresidentes. Argumentan que los expresidentes ya tuvieron su oportunidad de gobernar y que no es necesario que sigan involucrados en la política.
Otros, sin embargo, consideran que la iniciativa es una oportunidad para que los exmandatarios aporten su experiencia y conocimiento al proceso legislativo. Argumentan que los expresidentes tienen un conocimiento profundo de las instituciones y del funcionamiento del gobierno, y que su experiencia podría ser valiosa para el debate legislativo.
La iniciativa de Rojas Díaz Durán aún no ha sido discutida en el Senado, por lo que es probable que se genere un debate más amplio sobre el tema.
Por: Patricio Álvarez.
