El día de ayer, con el objetivo de transmitir a las generaciones más jóvenes la lengua y tradiciones de la cultura, personas del pueblo purépecha celebraron un nuevo año desde la cosmovisión de esta nación originaria asentada principalmente en el estado de Michoacán.
Kurhikuaeri K’uinchekua o año nuevo Purépecha, un acontecimiento que se remonta a épocas prehispánicas cuando se le rendía culto al dios Curicaueri, se celebra en los últimos días de enero y los primeros días de febrero. pic.twitter.com/ldrhznlPSS
— Tlacaélel (@TlacaelelTwit) January 27, 2020
La celebración fue dedicada a la deidad Kurhíkuaeri (Dios del fuego) y se llevó a cabo en Ocumicho, Charapan, a donde fue trasladado el “Fuego Viejo”, que se encontraba en Erongarícuaro (sede del 2023), para dar lugar al “Fuego Nuevo” en las primeras horas de este 2 de febrero.
Durante la ceremonia, integrantes del pueblo purépecha agradecieron a la tierra por las bondades del último ciclo y encomendaron el porvenir de sus comunidades al Fuego Nuevo.
Para la cultura purépecha, este ritual es un símbolo de unidad, fuerza y resistencia; una celebración autónoma e histórica en la que se habita la recuperación y fortalecimiento de las raíces p’urhé desde las dimensiones organizativa, política, económica, social, espiritual y cultural.
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La noche del 1 de febrero se ofrendó un rezo por cada región constituyente del universo cosmogónico purépecha: Japóndarhu (lago de Pátzcuaro), Eráxamani (Cañada de los Once Pueblos), Juátarisï (Meseta o Sierra Purépecha) y Tsakápundarhu (Ciénega de Zacapu).