La edificación de Benjamín Romano se alza como un símbolo de innovación y sustentabilidad
En el corazón de la Ciudad de México, donde la modernidad se encuentra con la historia, se alza un gigante de acero y cristal: la Torre Reforma. Considerada por muchos como el edificio más moderno de México y uno de los más vanguardistas del mundo, esta obra maestra del arquitecto Benjamín Romano ha conquistado el panorama internacional gracias a su diseño innovador, su tecnología de punta y su compromiso con la sustentabilidad.
Un diseño que desafía las alturas
Con una altura de 246 metros y 57 pisos, la Torre Reforma se impone en el skyline de la capital mexicana. Su distintiva fachada, compuesta por una serie de hexágonos que van rotando a lo largo de la estructura, crea un efecto dinámico y vanguardista que la distingue del resto de las edificaciones.
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No solo destaca por su estética, sino también por su avanzada tecnología. El edificio cuenta con sistemas inteligentes de control de iluminación, climatización y seguridad, así como con elevadores de última generación que permiten una movilidad rápida y eficiente.
Un oasis verde en el corazón de la ciudad
Más allá de su modernidad, la Torre Reforma también se preocupa por el medio ambiente. El edificio cuenta con jardines verticales en sus fachadas, terrazas verdes y sistemas de captación de agua pluvial, lo que lo convierte en un oasis verde en el corazón de la Ciudad de México.
Ha sido galardonada con diversos premios internacionales, como el Premio Internacional CTBUH a la Mejor Edificación Alta de Latinoamérica en 2018 y el Premio MIPIM a la Mejor Edificación Futura en 2016. Estos reconocimientos son un claro ejemplo del prestigio que ha ganado la arquitectura mexicana a nivel mundial.