Estamos, no sé si muy conscientemente o no, viviendo un momento muy emocionante de la historia científica de la humanidad. Acabamos de vivir una revolución tecnológica con la llegada, en los últimos 30 años, de Internet y los teléfonos móviles y se masca algo muy parecido para los próximos 20/30 años con la incursión, entre otras, de las tecnologías de Inteligencia Artificial (IA) y la computación cuántica. ¡Son tiempos muy emocionantes!
Pero, ¿Qué me dirían si les comento que la gran revolución para este siglo no tiene nada que ver con ordenadores? ¿Qué me dirían si les digo que hay ahora mismo un proyecto científico faraónico, con un presupuesto de más de 25.000 millones de US$, con una colaboración de 35 países, que pretende cambiar nuestras vidas? Un proyecto con una dificultad científica e ingenieril tan enorme que solo es comparable en envergadura con lo que se vivió para llevar, hace casi 60 años, al hombre a la luna. Un proyecto que puede cambiar, de un plumazo, todo el panorama energético de nuestro planeta. La creación, 100% real, de lo que ha sido una utopía científica por muchos años, la obtención de una forma de energía barata, inagotable y limpia.
Resulta que la fuente energética perfecta ha estado siempre delante de nuestras narices. Un dato curioso, la energía que recibimos del Sol aquí en nuestra querida Tierra es 10.000 veces mayor que todas nuestras necesidades energéticas juntas. Y esto es nada, miles de millones de veces menos que la energía que realmente se está produciendo dentro de nuestra estrella favorita en cada momento. Y es que el Sol, como todas las estrellas, es un ejemplo de eficiencia energética y encima utilizando un combustible tremendamente abundante y conocido para nosotros, el hidrógeno. Pues, (seguro que todos tienen ahora esta pregunta en la cabeza) ¿por qué no creamos energía utilizando el hidrógeno como combustible, igual que hace el Sol? Pues porque es extremadamente complicado, casi imposible. De ahí lo titánico de la empresa. Veamos el por qué.
También te puede interesar: Vía Láctea: Descubren galaxia lejana similar a la nuestra
Las estrellas brillan y generan mucha energía por un proceso llamado Fusión Nuclear. Es justo lo contrario de lo que hacen las centrales nucleares que utilizamos desde la década de los 50s. En una central nuclear se hace la fisión, es decir, se toma un átomo muy pesado y se le rompe (fisiona) creando dos átomos más ligeros. En ese proceso de ruptura se genera energía. La fusión es justo lo contrario. Se toman dos átomos muy ligeros y se les une (fusiona) formando un átomo más pesado y obteniendo también energía. Todas las estrellas son exactamente eso. Masas gigantes de hidrógeno, que por efecto de la gravedad se van comprimiendo. A medida que se comprime el gas va aumentando la temperatura del mismo y así más y más comprimido y más y más caliente hasta que se llega a un punto que el hidrógeno está tan caliente y con tanta presión que los átomos vencen su resistencia natural (que es enorme) y se juntan formando Helio, el siguiente elemento más pesado después del Hidrógeno.Y es justo en ese momento, cuando empieza la fusión, que nace la estrella y comienza a brillar y a generar energía. La pregunta ahora es, ¿Podemos hacer esa fusión en la Tierra? Pues como poderse sí, pero no es nada fácil. Pero nada.
Y es que las condiciones en el núcleo de una estrella, donde se produce la fusión, son parecidas a Monterrey en verano. Vencer la barrera de repulsión de los núcleos de hidrógeno, para juntarlos y crear Helio, es extremadamente duro. En el interior de nuestro Sol hay aproximadamente unos 15 millones de grados centígrados. ¡15 millones! Pero si queremos crear algo parecido en la Tierra necesitamos más, mucho más, ya que no tendríamos la misma presión, por lo que, para crear unas condiciones de fusión necesitamos tener una temperatura de aproximadamente, agárrense a la silla, ¡150 millones de grados! Necesitamos crear una “maquinita” que confine átomos de hidrógeno a 10 veces la temperatura del interior de una estrella para conseguir fusionarlo y obtener energía. ¡Y ese no es el único problema! Tenemos que ser eficientes. La energía necesaria para conseguir la fusión debe ser menor que la energía que obtenemos de la misma. En fin, creanme, una auténtica locura. Ya ha habido varios proyectos que han conseguido la fusión nuclear. Lo que no se ha conseguido hasta ahora es realizar una fusión eficiente, donde ganemos energía. Algo que tenga sentido práctico. Pero eso está a punto de cambiar.
El proyecto faraónico del que empecé hablando, llamado ITER (por favor buscar videos en internet para entenderlo mejor porque es una locura) es una de las mayores colaboraciones de la historia de la humanidad. 35 países, invirtiendo una cantidad enorme de dinero para conseguir dar luz verde a una de las mayores utopias de nuestra historia, una fuente inagotable (Utiliza como combustible hidrógeno. Tenemos para aburrir y gratis en la Tierra) y limpia (prácticamente no contamina nada) que puede cubrir con todas las necesidades energéticas del futuro de nuestra humanidad. Si todo va como se espera, y los primeros resultados son muy optimistas, en los próximos años se va a conseguir el hito de que la fusión nuclear sea eficiente y se pueda dar el siguiente paso a una producción comercial de la misma. Todavía nos quedan unos añitos para esto, pero estamos muy cerca y esta vez de verdad, de conseguir una energía inagotable y limpia que acompañe a nuestra especie en una nueva etapa de prosperidad ecológica. Estamos tan cerca de esto…que no pude resistirme a escribir estas lineas.
¡Un abrazo enorme y lleno de ilusión mis queridos amantes de la ciencia!