A partir de este jueves llega a salas comerciales Los que se quedan (The Holdovers, 2023), la reciente película de Alexander Payne (Los Descendientes, 2011; París te amo, 2006) que tiene al actor Paul Giamatti como uno de los fuertes contendientes a pelear por la categoría de mejor actor en la próxima entrega de los Oscars 2024, y que buscará también estar en la terna de mejor película. Las nominaciones se darán a conocer el próximo 23 de enero y la gala será el 10 de marzo.
Paul Gamatti fue galardonado con el Globo de Oro como mejor actor principal en la categoría de mejor película de comedia o musical. En esa misma noche, el actor Cillian Murphy fue galardonado como mejor actor principal en película de drama por Oppenheimer (2023). Ahora, recordemos que en los Oscars existe sólo una categoría y ahí, Murphy y Giamatti, de entrar en las nominaciones, ambos estarán compitiendo para llevarse la estatuilla, además de que ambas, seguramente competirán también por la mejor película.
En Los que se quedan, Giamatti le da vida a Paul Hunham, un profesor estricto de historia antigua, entrado en sus 50 años, que imparte clases en un internado para hijos de familias adineradas, y que disfruta de ponerles merecidas malas calificaciones pues privilegia más la justicia académica que las influencias de sus padres.
Ambientada en los años 70 en una zona nevada de Nueva Inglaterra, el joven Angus Tully no podrá tomar sus vacaciones de invierno debido a que su madre se acaba de casar con alguien más y quiere irse de luna de miel, así que deberá pasar dos semanas al lado del profesor Paul y con Mary, una mujer negra que es la administradora de la cafetería.
Cada uno con sus propios defectos y sus propias necesidades. El joven Angus abandonado por su madre, y con un padre enfermo mental resguardado en un hospital de Boston; Paul es huérfano, su madre murió cuando nació y ha estado solitario toda su vida, con un ojo perdido, mal olor corporal y un carácter duro pero moldeable y Mary, acaba de perder a su hijo que fue reclutado para ir a Vietnam, y ha lidiado cocinando a los jóvenes millonarios que considera malagradecidos.
El entorno es la navidad y la nochebuena. Surge gradualmente una relación paterno-filial entre Paul y Tully; Paul encuentra una sensibilidad que ningún hijo le había podido dar y Tully ese acercamiento paterno que nunca había tenido. Confesó en algún momento que jamás había tenido una cena navideña como una auténtica familia.
El film transita en esa hostilidad que provoca tratar con personajes ensimismados. Ahogados en sus problemas; refugiados en medicamentos, en whiskey y en la comida, pero que se encuentra en el otro a través del acercamiento, como esa familia que se encuentra en la amistad, pero que se niega a ceder.
Se inserta en las labores de la actividad docente, que se distancia de la mera academia y se centra en el trato personal, en las necesidades del otro, en la atención de los jóvenes, aunque sea sólo para el joven Tully.
De nueva cuenta, el director nos cuenta una historia sobre la importancia de la familia, pero de esa que se encuentra en la amistad, en el otro, en el acompañamiento. Esa puede ser quizá la premisa que la ponga encima del constructor de la bomba atómica. Ya está en los cines y así comienza esta carrera de los premios, y las películas que debemos tener en cuenta.
Así que, nos leemos el siguiente jueves.
