Los gatos se comunican con los humanos a través de maullidos variados, desde hambre hasta saludos.
El ronroneo puede indicar comodidad o estrés.
Al frotarse contra nosotros, marcan territorio y muestran afecto mediante feromonas faciales.
La posición de sus orejas refleja estados de ánimo: adelante para interés y atrás para incomodidad.
La cola revela emociones; erguida indica curiosidad, mientras que erizada señala miedo.
El contacto visual, como entrecerrar los ojos, demuestra confianza.
Estas señales permiten a los humanos comprender adecuadamente a sus gatos y, por si fuera poco, los gatos duermen en promedio 15 horas al día.