Secuestro en el país un problema latente

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De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023, el secuestro aumentó 26.4% en 2022, en comparación con 2021.

El INEGI estimó 79 mil 852 secuestros y 77 mil 825 víctimas. En 2021 el INEGI estimó 63 mil 131 secuestros de algún o alguna integrante del hogar y 60 mil 716 víctimas.

Los datos contrastan con las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que reflejan un marcado descenso del delito de secuestro.

Otros rubros relacionados con el secuestro que aumentaron el año pasado, según el INEGI, fueron las tasas de víctimas y de incidencia de ese delito por cada 100 mil habitantes.

Mientras en 2021 la tasa de víctimas fue de 47 y la de delitos, la incidencia, de 49, el año pasado se situaron en 60 y 62, respectivamente.

La duración de los secuestros también tuvo variaciones.

Los de menos de 24 horas pasaron de 56.6 por ciento en 2021 a 49.0 en 2022; los de 1 a 3 días, de 26.0 a 34.4 por ciento; de 4 días o más, de 10.4 a 11.4; y no especificado, de 7.0 a 5.2.

El aumento del secuestro en 2022 es una preocupante señal de que la inseguridad en México continúa siendo un grave problema.

Las cifras del INEGI muestran que el secuestro es un delito que afecta a todas las regiones del país, pero que se concentra en las grandes ciudades, como la Ciudad de México, el Estado de México y Tlaxcala.

Este delito tiene un alto costo social, no solo por las pérdidas materiales y emocionales que ocasiona a las víctimas y sus familias, sino también por el impacto que tiene en la economía y la confianza ciudadana.

Es urgente que las autoridades federales y estatales tomen medidas para combatir el secuestro y otros delitos de alto impacto.

Para combatir el secuestro, las autoridades deben enfocarse en las siguientes medidas:

Fortalecer las capacidades de las fuerzas de seguridad para investigar y detener a los responsables de este delito.
Mejorar la coordinación entre las autoridades de los distintos niveles de gobierno.
Implementar programas de prevención que fomenten la cultura de la denuncia.
Trabajar con la sociedad civil para crear conciencia sobre el problema del secuestro.

Por: Patricio Álvarez.

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