El terremoto fue el más fuerte que ha vivido la región desde 1900. Fue causado por la colisión entre las placas tectónicas de África y Europa. Esta colisión es una de las principales causas de terremotos en el Mediterráneo.
El terremoto causó graves daños en edificios e infraestructura en la región afectada. Miles de edificios se derrumbaron o quedaron dañados, y se reportaron cortes de energía y agua.
Según el Ministerio del Interior de Marruecos, el terremoto dejó al menos 2.012 muertos y 2.059 heridos. Sin embargo, se teme que la cifra de muertos sea aún mayor.
La falta de preparación para un evento sísmico de esta magnitud fue uno de los factores que contribuyeron a la alta cifra de muertos. Marruecos no suele ser un país que se ve afectado por los terremotos, y los recuerdos sísmicos de la población son limitados.
Además, el terremoto golpeó de noche, cuando hay mayor probabilidad de que haya más personas en los edificios cuando estos colapsan.
La comunidad internacional ha expresado su condolencia por las víctimas del terremoto. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que estaba «conmocionado» por el terremoto y ofreció su apoyo a Marruecos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, también expresó sus condolencias y dijo que la ONU estaba preparada para ayudar a Marruecos a recuperarse del desastre.
El gobierno marroquí ha hecho un llamamiento a la ayuda internacional para ayudar a las víctimas del terremoto. La ONU ha lanzado un llamamiento de emergencia para recaudar 100 millones de dólares para ayudar a Marruecos a recuperarse del desastre.
El seismo también ha tenido un impacto económico significativo en Marruecos. El turismo, una de las principales industrias del país, ha sido particularmente afectado. El gobierno marroquí espera que el turismo se recupere en los próximos meses.