Un terremoto de magnitud 6,8 sacudió el centro de Marruecos la noche del viernes, dejando hasta el momento más de 800 personas fallecidas y más de 600 heridas, según informó el Ministerio del Interior marroquí.
El epicentro del terremoto se situó 71 kilómetros al sur de Marrakech, una ciudad muy turística y centro económico de Marruecos, y a una profundidad de 18,5 kilómetros. El temblor se sintió en toda la región, desde la capital, Rabat, hasta la frontera con Argelia.
Las autoridades marroquíes han desplegado equipos de rescate para ayudar a las víctimas del terremoto. Se han habilitado centros de acogida para los damnificados y se están enviando suministros de emergencia a las zonas afectadas.
Además de las víctimas mortales, el terremoto también ha causado importantes daños materiales. En Marrakech, la mezquita de Koutoubia, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, sufrió importantes daños estructurales. También se registraron daños en edificios residenciales, comerciales e infraestructuras públicas.
El terremoto se produjo en un momento delicado para Marruecos, que está a punto de celebrar elecciones presidenciales el próximo 8 de octubre. El presidente marroquí, Mohamed VI, ha suspendido la campaña electoral para centrarse en la ayuda a las víctimas del terremoto.
Las autoridades marroquíes han advertido de la posibilidad de réplicas del terremoto. Se han registrado ya varias réplicas de menor magnitud, pero se espera que puedan producirse réplicas más fuertes en los próximos días.
La comunidad internacional ha expresado su solidaridad con Marruecos tras el terremoto. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ofrecido su ayuda al gobierno marroquí. También han expresado su solidaridad los gobiernos de Francia, España, Italia y otros países.
