La iniciativa para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas a la semana es una propuesta que ha generado mucha discusión en México. Los argumentos a favor de la reducción son que mejoraría la salud y el bienestar de los trabajadores, aumentaría la productividad y promovería la equidad de género. Los argumentos en contra son que aumentaría los costos para las empresas y podría reducir la producción.
La diputada Susana Prieto, quien es una de las principales impulsoras de la iniciativa, ha advertido que ha habido cabildeo del sector patronal para que la iniciativa no se vote. Los empresarios argumentan que la reducción de la jornada laboral aumentaría sus costos y podría reducir la productividad. Sin embargo, Prieto sostiene que los estudios demuestran que la reducción de la jornada laboral no tiene un impacto negativo en la productividad y que, en realidad, puede mejorarla.
El dictamen sobre el cambio de la jornada laboral se votó en la Comisión de Puntos Constitucionales en la Legislatura pasada y pasó a la Mesa Directiva. La diputada Prieto ha anunciado que enviará una carta a la Mesa Directiva para solicitar que la iniciativa se vote en el Pleno de la Cámara de Diputados.
La aprobación de la iniciativa para reducir la jornada laboral sería un importante avance para los trabajadores mexicanos. Sería un reconocimiento de que los trabajadores tienen derecho a un equilibrio entre su vida laboral y personal. También sería un paso importante para promover la equidad de género, ya que las mujeres suelen asumir más responsabilidades en el hogar y la familia.
La aprobación de la iniciativa no sería una tarea sencilla. El sector patronal se ha opuesto a la iniciativa y podría recurrir a los tribunales para impugnarla. Sin embargo, si la iniciativa es aprobada, sería un triunfo para los trabajadores mexicanos y para la democracia.
Por: Patricio Álvarez.