Hace 50 años, la imagen de La Moneda en llamas y la noticia de la muerte de Salvador Allende, el primer socialista en llegar al poder por los votos y no por las armas, dieron la vuelta al mundo. Ambas se convirtieron en íconos del quiebre de la democracia en Chile y el comienzo de un régimen militar que duró 17 años y dejó decenas de miles de víctimas, entre ellas casi 3.000 muertos y desaparecidos.
Pero el palacio presidencial chileno no fue el único blanco del feroz ataque aéreo perpetrado por las Fuerzas Armadas durante el golpe militar liderado por Augusto Pinochet.
En la madrugada del 11 de septiembre de 1973, aviones Hawker Hunter de la Fuerza Aérea de Chile bombardearon La Moneda, la sede del gobierno, en un intento de obligar a Allende a renunciar. El presidente se negó a entregarse y murió en el bombardeo.
Pero los ataques aéreos no se limitaron a La Moneda. También fueron atacados otros objetivos, entre ellos:
- La casa del presidente Allende, ubicada en la calle Tomás Moro, en la zona oriente de Santiago. Los aviones lanzaron misiles contra la casa, pero Allende no estaba allí en ese momento.
- El Hospital Militar, ubicado en la comuna de Las Condes. El ataque causó la muerte de un médico y una enfermera.
- Las antenas de varias radioemisoras afines al gobierno de la Unidad Popular, entre ellas Radio Magallanes, Radio Chilena y Radio Nacional de Chile. Los ataques silenciaron las voces críticas al golpe militar.
- La Escuela Militar, ubicada en la comuna de Santiago. El ataque causó la muerte de un soldado.
En total, los ataques aéreos del 11 de septiembre de 1973 causaron la muerte de al menos 15 personas y decenas de heridos.
Los ataques aéreos del 11 de septiembre de 1973 son un recordatorio del terror y la violencia que se desataron en Chile durante el golpe militar. También son un recordatorio de la importancia de defender la democracia y los derechos humanos.
La justicia aún no ha sido completa
A pesar de los años transcurridos, la justicia aún no ha sido completa para las víctimas del golpe de Estado en Chile. Los responsables de los ataques aéreos, así como de otras violaciones de derechos humanos durante el régimen militar, siguen impunes.
En los últimos años, se han realizado avances importantes en la investigación de los crímenes de la dictadura. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para que las víctimas y sus familiares obtengan la justicia que merecen.
