Xóchitl Gálvez candidata del Frente Amplio
El domingo Xóchitl Gálvez recibió el nombramiento como candidata del Frente Amplio. El evento estuvo desangelado, apenas cientos de personas se reunieron para celebrarlo.
Asomaron rostros infaltables que integran la coalición,políticos de siempre en un acto en que los ciudadanos optaron por ausentarse. La designación de Xóchitl se empañó de tristeza de lo que pudo haber sido, de melancolía frente a lo irreversible, de postración ante un presente manipulado.
Al inicio del proceso de elección de candidato, se publicitó ampliamente que la selección sería ciudadana, con acompañamiento en todo caso de los partidos. Se llegó incluso a nombrar un comité organizador ciudadano al servicio del Frente Amplio.
Ese comité apenas sobrevivió una semana, integrado por algunas figuras polémicas, oprobios de civismo. Liquidado el grupo, se trasladó laadministración de la operación a los institutos políticos, ante el silencio perplejo de la ciudadanía. Frente a la obscena maniobra, medios de comunicación se hicieron de la vista gorda, promoviendo la coalición cuando ya no era ciudadana.
PAN, PRI y PRD tomaron por asalto el Frente Amplio, arrumbaron a individuos incómodos, depuraron listas de candidatos.
De repente, bajo el paraguas de la apariencia democrática, traicionaron a la ciudadanía para controlar el procedimiento. Aparatos dirigentes y mediáticos aclamaron la primicia de la iniciativa a causa de su propósitodemocrático.
Competían Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez.
A principios de la semana pasada todavía competían Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez. Desde el lunes, AlitoMoreno arremetió contra Beatriz para obligarla a renunciar. Consiguió su propósito el jueves. Paredes se presentó ante la prensa como alguien que renunciaba a la elección pero que no renunciaba a la elección.
Renunciaba porque se lo había pedido su partido pero que por ella no habría renunciado. La elección fue intervenida por el interés del PRI (no es descartable la anuencia en lo oscurito de PAN y PRD) a contrapelo de los ciudadanos. El jueves el Frente Amplio mostró su verdadera cara: el proceso en realidad estuvo siempre en manos de dividendos políticos. El contuberniodeslegitimó el proceso. Como denunció Beatriz Paredes, era necesario que se hubiera mantenido hasta el final para acreditar una democracia que solo interesa ya a los ciudadanos o, en la nomenclatura política, a nadie.
La ligereza de Alito despierta sospechas sobre la naturaleza de una artimaña que se antoja al servicio de López Obrador.
Este domingo no acudieron ciudadanos a la recepciónde Xóchitl Gálvez del nombramiento formal como candidata del Frente en el Ángel de la Independencia.
La ciudadanía la abandonó porque no es su elegida, sino en exclusiva de los partidos oficiales. La acompañaron prospectos habituales en busca de candidaturas, puestos y cargos en sus respectivas siglas o donde sea. Los partidos han secuestrado otra vez a los ciudadanos. Xóchitl debe de volver a empezar, también la democracia mexicana.