La Diva de la Banda murió en un trágico accidente aéreo el 9 de diciembre de 2012
Su último concierto fue en la Arena Monterrey, el 8 de diciembre de 2012. Jenni Rivera se entregó a su público como nunca, cantó con mucho sentimiento. No paraba de llorar al dedicarle el tema «Paloma Negra» a su hija mayor “Chiquis” con quien llevaba meses peleada.
Al terminar el concierto que duró 4 horas, después de un breve descanso, se dirigió al Aeropuerto Internacional de Monterrey para tomar camino a la ciudad de México, donde participaría en el programa La voz… México, del cual era jurado.
No llegó. El avión se estrelló en la Sierra Madre Oriental minutos después de haber despegado. La noticia causó conmoción en México y Estados Unidos. Todas las cadenas informativas reportaban su muerte. El senador de Estados Unidos, Marco Rubio, hizo una declaración sobre la vida y muerte de Rivera; dijo que ella era «una verdadera historia de éxito estadounidense».
La Diva de la Banda fue un ejemplo a seguir entre las cantantes de su género, y sin embargo nadie ha podido igualarla, ni en estilo, en forma de cantar, ni en la convocatoria. A sus conciertos llegaban miles de personas que le demostraban su cariño. Incluso, público que no era seguidor de su trayectoria, le presentaba sus respetos y admiración.
Independientemente de las polémicas que rodearon su vida personal, Jenni Rivera siempre fue un ejemplo de profesionalismo. Siempre a tiempo en sus ensayos, estudio de grabación y conciertos. Su equipo de trabajo la recuerda como una mujer generosa y profesional.
Jenni Rivera dejó un legado a través de su música y los mensajes que grababa para sus redes sociales. Su último disco fue una producción póstuma y lleva el nombre de Misión cumplida.