Sin duda alguna las redes sociales no lo son todo y el oficio político, la mesura y la madurez deben reinar al tomar y comunicar decisiones políticas. Un caso de análisis es la breve pre campaña presidencial de Samuel García y todo el escándalo mediático para separarse del cargo y poder contender en las elecciones presidenciales de México de 2024.
Muchos fueron los sucesos políticos que antecedieron para que el pasado sábado, Samuel García anunció a través de un video oficial en redes sociales, el abandono para contender por la presidencia de México en 2024, tras alegar irregularidades en el proceso de separación de su cargo como gobernador del estado de Nuevo León, y anunció que se postulará en 2030.
La población se enteró de cada una de sus decisiones por medio de constantes vídeos en sus diversas redes sociales, en todos, su forma de comunicar fue siempre muy a su estilo, “Chabacana”, pero con un toque de agresividad y descalificación a los que no pensaban como él, ofendiendo a líderes de partidos, legisladores, jueces, políticos etc; todo esto sin el menor recato y sin cuidar las formas.
Definitivamente la comunicación de Samuel tuvo un manejo controvertido, su excesiva comunicación y constantes cambios hacen que la confianza y certeza que el gobernador debía emitir se tradujera en fragilidad e inestabilidad para los neoleoneses.
Finalmente, y después de todo este teatro, Samuel queda como un personaje inmaduro, soberbio, inexperto e irrespetuoso de la constitución. Sin duda alguna comunicar es uno de los elementos claves para mantener contacto y cercanía con la población pero como todo en la vida, el exceso y mal manejo de las misma puede ser perjudicial y mermar la carrera de un político. El aprendizaje es claro, comunica con prontitud pero con mensajes pensados, estratégicos de los cuales después no te puedas arrepentir.
Además, es un claro ejemplo de que las redes sociales deben ser manejadas por expertos en la comunicación y no basta con ser “influencer”, pues si bien son una gran herramienta, también pueden convertirse en una amenaza y perjudiciales en su imagen pública, trayectoria y prestigio.
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