La nueva normativa del DHS elimina exenciones de edad e incluye a residentes permanentes; se aplicará en puntos fronterizos aéreos, terrestres y marítimos
WASHINGTON D.C. — A partir de este viernes, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de los Estados Unidos ha puesto en marcha una nueva y estricta regla migratoria: la recopilación obligatoria de fotografías y datos biométricos de todos los ciudadanos no estadounidenses que ingresen o abandonen el país.
La medida, que busca robustecer la seguridad nacional, marca el fin de las exenciones por edad y estatus migratorio que existían anteriormente, expandiendo el uso de tecnología de reconocimiento facial y huellas dactilares en todas las fronteras.
Alcance de la nueva regla
A diferencia de protocolos anteriores, la normativa actual elimina los límites de edad y categorías protegidas:
- Grupos incluidos: Afecta a todos los «no ciudadanos», lo que incluye a residentes permanentes (Green Card), trabajadores temporales y estudiantes.
- Sin exenciones de edad: Se autoriza el uso de reconocimiento facial en menores de 14 años y adultos mayores de 79 años, grupos que antes estaban exentos de estos registros.
- Control de salida: El sistema ahora verificará de manera concreta no solo quién entra, sino quién abandona el territorio estadounidense por aire, tierra o mar.
Justificación de seguridad nacional
El Gobierno de los Estados Unidos argumenta que este despliegue tecnológico es vital para combatir diversas amenazas:
- Prevención del terrorismo: Fortalece la vigilancia sobre identidades sospechosas.
- Control de visas: Detecta con precisión la «sobrestadía» (viajeros que se quedan más tiempo del permitido).
- Fraude documental: Evita el uso de documentos falsos mediante la verificación física irreemplazable de los rasgos faciales y dactilares.
Críticas y nuevas propuestas
La implementación ha generado rechazo entre activistas de derechos civiles, quienes cuestionan el tiempo de almacenamiento de los datos y la privacidad de los menores.
Paralelamente, la administración de Donald Trump ha propuesto que ciudadanos de 42 países (incluido España) deban entregar sus historiales de redes sociales de los últimos cinco años como requisito adicional para obtener la entrada al país, endureciendo aún más los filtros de admisión.


