Esta bebida ancestral fermentada combina té, azúcar y probióticos, y se proyecta superar los $9.700 millones en el mercado para 2030
MERCADO GLOBAL. — En la última década, la kombucha, una bebida ancestral fermentada, ha trascendido su origen milenario para convertirse en un ícono de la cultura wellness en Occidente. Distinguida por su sabor ligeramente ácido y burbujeante, la kombucha es considerada un probiótico que fortalece la microbiota intestinal y mejora significativamente la salud digestiva e inmunológica.
El mercado global de kombucha, valorado en $2.640 millones en 2021, está proyectado a superar los $9.700 millones para 2030, demostrando su integración definitiva en las dietas saludables.
Composición y origen del “Té de la inmortalidad”
La kombucha se obtiene mediante la fermentación de té (negro o verde) y azúcar, usando un cultivo conocido como SCOBY (Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast).
- Proceso de Fermentación: Las levaduras del SCOBY convierten los azúcares en alcohol y dióxido de carbono. Luego, las bacterias transforman ese alcohol en ácidos orgánicos (como el acético, que le da el toque ácido).
- Compuestos Bioactivos: El resultado es una bebida efervescente que contiene vitaminas del complejo B, antioxidantes, y ácidos orgánicos clave.
- Historia: Se cree que la kombucha nació hace más de 2000 años en China, donde era conocida como “el té de la inmortalidad”, y comenzó a popularizarse masivamente en Occidente a partir de la década de 2010.
Beneficios científicos respaldados
Linda Jungwirth, especialista en microbiología, subraya que los efectos probióticos y prebióticos de la kombucha “fortalecen las comunidades de bacterias beneficiosas del microbioma intestinal y suprimen las dañinas”.
| Beneficio Clave | Mecanismo de Acción |
| Salud Digestiva | Probióticos que equilibran la microbiota y mejoran la absorción de nutrientes. |
| Inmunidad | El 70% de los componentes del sistema inmune se encuentran en el tracto digestivo; una microbiota sana lo fortalece. |
| Desintoxicación Hepática | El ácido glucurónico, producido durante la fermentación, se une a las toxinas y facilita su eliminación hepática. |
| Regulación Emocional | Los probióticos de ácido láctico pueden influir positivamente en el eje intestino-cerebro, impactando el estado de ánimo y la respuesta al estrés. |
| Antioxidantes | Compuestos fenólicos del té con capacidad antiinflamatoria. |
Además de estos, la bebida aporta compuestos antimicrobianos (bacteriocinas y ácidos acéticos), minerales (magnesio, calcio, potasio) y vitaminas (B1, B2, B6, B12, y C) que contribuyen a reducir la inflamación y aumentar la energía.


