Cuernavaca, Morelos – Investigadores del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han participado en la creación de un innovador antiveneno basado en nanocuerpos. Esta nueva terapia está diseñada para proteger contra las mordeduras de especies africanas altamente letales, como cobras, mambas y rinkhals, y busca superar las limitaciones de los tratamientos tradicionales.
El trabajo, liderado por los científicos de la UNAM Edgar Neri Castro y Alejandro Alagón Cano, junto con el estudiante Alid Guadarrama Martínez, fue publicado en la prestigiosa revista Nature bajo el título “Nanobody-based recombinant antivenom for cobra, mamba and rinkhals bites”.
Ventajas y Necesidad del Nuevo Tratamiento
Edgar Neri Castro señaló que las mordeduras de serpiente son un «padecimiento tropical desatendido que causa cientos de miles de muertes y discapacidades cada año», afectando principalmente a comunidades rurales pobres.
El nuevo antiveneno ofrece múltiples ventajas sobre los productos tradicionales, que se derivan de suero animal y a menudo presentan limitaciones como la variación entre lotes y la posibilidad de efectos secundarios.
- Tecnología: Utiliza nanocuerpos derivados de alpacas y llamas, los cuales son diseñados y optimizados en laboratorio.
- Eficacia: En modelos animales, la tecnología no solo previene la muerte, sino que también reduce el daño tisular y la necrosis local, efectos que los tratamientos actuales no logran controlar por completo.
- Seguridad y Costo: Los anticuerpos se producen de manera artificial, sin necesidad de inmunizar animales, lo que garantiza mayor consistencia, seguridad, escalabilidad y una potencial reducción de los costos de producción.
Próximos Pasos
Este proyecto es parte de un esfuerzo global que involucró a 33 investigadores de diversos países. El equipo de la UNAM, que también incluyó a la exalumna Melisa Benard Valle (quien ahora colabora desde Dinamarca), enfocará sus próximos pasos en optimizar la fabricación a gran escala y avanzar hacia ensayos clínicos, con el fin de llevar esta terapia más segura y accesible a las comunidades más vulnerables.


