La escritora se mira a sí misma en The Book of Lives, una memoria entre el tiempo y la ficción
“Atravieso el tiempo que pasa y, cuando escribo, el tiempo que pasa me atraviesa”, escribe Margaret Atwood en las primeras páginas de The Book of Lives (Libro de mis vidas), su esperada autobiografía publicada este jueves en varios países de forma simultánea. A los 85 años, la escritora canadiense se adentra en su propia historia con la misma lucidez, ironía y mirada crítica que han marcado más de medio siglo de literatura.

Editado por Salamandra, el volumen de cerca de 700 páginas reconstruye una vida colmada de palabras, imaginación y compromiso. Atwood repasa su infancia en los bosques de Ontario, su formación literaria, sus batallas feministas y el impacto global de El cuento de la criada, la novela que la consagró en 1985 y que décadas después se convertiría en símbolo de resistencia frente al autoritarismo.
La autora advierte que su memoria no siempre le es fiel: “Los recuerdos pueden ser precisos, pero fantasiosos”, escribe, aceptando con humor el paso del tiempo y las grietas de la memoria. Sin embargo, lo que no se disuelve en el olvido es su voz lúcida frente al presente: “Me preocupa que termine la época optimista que conocí, porque el autoritarismo avanza, incluso al sur de la frontera canadiense”, apunta, en clara alusión a los años de la presidencia de Donald Trump.

Nacida en Ottawa en 1939, hija de un entomólogo y una nutricionista, Atwood creció entre árboles, insectos y cuentos de hadas. Aprendió a inventar historias antes de aprender a escribirlas. Pasó su niñez en los bosques del norte de Ontario y no asistió regularmente a la escuela hasta los once años, una infancia que, según ella misma, moldeó su imaginación libre y su mirada hacia la naturaleza y el poder.
Publicada por primera vez en 1985, El cuento de la criada (The Handmaid’s Tale) se convirtió en una obra de referencia del feminismo y de la literatura distópica. La novela, ambientada en una teocracia patriarcal llamada Gilead, cobró nueva fuerza tras su adaptación televisiva en 2017, cuando los trajes rojos de las criadas se transformaron en símbolo de protesta política en Estados Unidos.

Atwood admite que su libro “ha aterrorizado y estremecido a generaciones de jóvenes lectores”, y solo más de treinta años después se animó a continuar la historia con Los testamentos (2019).
Una vida atravesada por la escritura
Para Christine Evain, especialista en la obra de Atwood, la autora mantiene una escritura “profundamente arraigada en las preocupaciones actuales: la crisis climática, económica y social, pero siempre acompañada de humor y sentido de la intriga”.
A lo largo de su carrera, Atwood ha publicado más de cincuenta títulos, entre novelas, ensayos y poemarios, traducidos a decenas de idiomas. Recurrente candidata al Premio Nobel de Literatura, ha recibido distinciones como el Booker Prize, consolidándose como una de las voces más influyentes de la literatura contemporánea.
Con The Book of Lives, Margaret Atwood no solo revisa su pasado: lo reescribe, como si cada recuerdo fuera una ficción más, una trama en la que el tiempo —ese que atraviesa y la atraviesa— se convierte, una vez más, en su materia literaria esencial.


