El cofundador, cantante y teclista que escribió algunas de las canciones más populares de la banda, incluidas «Goodbye Stranger», «My Kind of Lady» y «Cannonball», falleció a los 81 años tras una larga batalla contra el mieloma múltiple
Rick Davies, el carismático teclista, vocalista y uno de los pilares creativos detrás del icónico grupo británico Supertramp, falleció el pasado sábado en su hogar en East Hampton, Nueva York. Tenía 81 años y enfrentaba desde hace más de una década una batalla contra el mieloma múltiple, una forma de cáncer en la sangre.
La noticia fue confirmada a través de un comunicado emitido por Supertramp Partnership, en el que la banda expresó su profundo pesar por la pérdida de quien fuera no solo su fundador, sino también una pieza esencial en la historia y sonido del grupo. “Tuvimos el privilegio de conocerlo y tocar con él durante más de 50 años”, escribió la agrupación. “Ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a Sue Davies”, añadieron, en referencia a su esposa, compañera de vida del músico por más de cinco décadas.

Davies, quien cofundó Supertramp junto a Roger Hodgson en 1969, fue la voz y el compositor detrás de varios de los grandes éxitos de la banda, entre ellos “Goodbye Stranger”, “My Kind of Lady” y “Cannonball”. Su estilo al piano —especialmente con el característico sonido del Wurlitzer— y su inconfundible voz aportaron una identidad sonora única que marcó la era dorada del rock progresivo y el pop de los años 70 y 80.
La banda recordó a Davies como un músico apasionado, cuya calidez humana trascendía el escenario. “Como coautor con Roger Hodgson, fue el pianista y la voz de nuestras canciones más emblemáticas. Su huella en la historia del rock es imborrable”, señalaron en redes sociales.

En los últimos años, sus problemas de salud lo alejaron de los escenarios internacionales, pero no de la música. Ya retirado de las giras, encontraba alegría tocando junto a músicos locales en su comunidad, bajo el nombre de Ricky and the Rockets.
Rick Davies deja un legado musical que sigue resonando en generaciones de oyentes. Más allá del artista, queda el recuerdo de un hombre íntegro, resiliente y profundamente dedicado a su arte y a su familia.