
Las autoridades chilenas confirmaron este lunes la localización del sexto y último cuerpo sin vida de los trabajadores atrapados tras el derrumbe ocurrido el jueves pasado en la mina El Teniente, ubicada en la región de O’Higgins, al sur de Santiago. Con ello, se da por concluida la operación de rescate, en medio del luto nacional por la peor tragedia minera en más de 30 años en esa instalación.
El colapso, registrado en el sector conocido como Andesita, una de las áreas más profundas del yacimiento subterráneo de cobre más grande del mundo, ocurrió tras un sismo de magnitud 4.2 en la escala de Richter. Las causas del movimiento telúrico aún se investigan, y no se descarta que haya sido producto de las propias operaciones de perforación de la empresa estatal Codelco, propietaria de la mina.
Rescate complicado y operación sin precedentes recientes
El fiscal regional de O’Higgins, Aquiles Cubillos, informó en conferencia de prensa que el operativo de búsqueda se realizó “en un corto plazo de tiempo, a pesar de lo riesgoso de las maniobras y lo complicado de las mismas”. En total, se removieron cerca de 3 mil 270 toneladas de escombros para poder acceder a la galería donde estaban atrapados los mineros.
“Con esto buscamos dar algo de paz y serenidad a las familias”, señaló Cubillos, quien además informó que el área afectada permanecerá clausurada durante el proceso de investigación, el cual será objetivo y transparente y estará abierto a la participación de peritos independientes.
Codelco promete transparencia: “Somos los primeros interesados”
Por su parte, el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, afirmó que la empresa ha colaborado desde el primer momento con las autoridades y continuará haciéndolo. “Somos los primeros interesados en entender pronto y fehacientemente qué fue lo que sucedió. Las familias lo merecen, y también cada una de las personas que trabaja en esta empresa que representa el orgullo de Chile en el mundo”, expresó.
El derrumbe activó un protocolo de emergencia que movilizó a especialistas en rescate de minas, muchos de ellos con experiencia en operaciones de alto riesgo, como el histórico caso del rescate de los 33 mineros de la mina San José en 2010. Sin embargo, a diferencia de aquella ocasión, no hubo contacto con los trabajadores atrapados en el Nivel Teniente 7, pese a los esfuerzos intensivos por encontrarlos con vida.
Una mina de cifras colosales y heridas profundas
La mina El Teniente, con más de 4 mil 500 kilómetros de túneles, produjo 356 mil toneladas métricas de cobre fino en 2024. Es considerada una de las principales fuentes de producción de cobre a nivel mundial, y una pieza clave para la economía chilena.
El accidente registrado este mes es el más mortal en esta mina desde 1990, cuando una explosión de roca cobró también la vida de seis trabajadores. En este caso, el primer fallecido fue reportado pocas horas después del sismo, mientras los cinco restantes fueron hallados tras intensas jornadas de remoción de material y exploración subterránea.
Investigación abierta y país en duelo
La Fiscalía chilena insistió en que la investigación no parte de ninguna hipótesis cerrada y que se analizarán todas las variables posibles, incluyendo el impacto de las actividades extractivas en la estabilidad del terreno. Mientras tanto, las operaciones subterráneas continúan suspendidas, aunque las actividades en superficie siguen operativas.
El país observa con dolor una tragedia que reabre el debate sobre la seguridad laboral en el sector minero, la responsabilidad de las grandes compañías estatales, y la urgencia de protocolos más rigurosos ante eventos sísmicos en zonas de alta explotación minera. La promesa de esclarecer lo ocurrido no borra el vacío que deja la pérdida de seis vidas en uno de los pilares productivos más emblemáticos de Chile.