
El flujo de remesas hacia México registró en junio de 2025 su mayor caída en más de una década, según cifras del Banco de México (Banxico). El retroceso del 16.2 por ciento anual en el envío de dinero por parte de connacionales desde el extranjero, principalmente desde Estados Unidos, enciende señales de alerta sobre el impacto económico que enfrentan millones de familias que dependen de estos recursos.
De acuerdo con el informe del banco central, en junio llegaron al país 5 mil 201 millones de dólares en remesas, un desplome significativo en comparación con el mismo mes de 2024. Se trata de la contracción más severa desde septiembre de 2012, un golpe que podría repercutir directamente en comunidades vulnerables y estados históricamente dependientes de este ingreso.
Factores detrás de la caída
La caída coincide con una serie de medidas migratorias más agresivas implementadas por el presidente estadounidense Donald Trump, particularmente en la segunda mitad del primer semestre de 2025. Entre ellas, el fortalecimiento de redadas y deportaciones masivas, así como mayores restricciones a trabajadores indocumentados, han dificultado que muchos mexicanos continúen enviando dinero a sus familias.
Adicionalmente, el impuesto del 1% a las remesas enviadas en efectivo, cheques y giros postales anunciado por Estados Unidos en junio también ha influido en este descenso. Esta medida fue criticada ampliamente por organismos internacionales, que la consideran un castigo indirecto a comunidades migrantes.
Impacto acumulado en 2025
En lo que va del año, el impacto acumulado es claro: durante el primer semestre de 2025, las remesas a México se redujeron un 5.6%, al totalizar 29 mil 576 millones de dólares, frente a los 31 mil 326 millones recibidos en el mismo periodo de 2024. Es decir, una diferencia de mil 750 millones de dólares menos.
Además, el número de operaciones también cayó un 4.4% interanual, situándose en 79.1 millones de envíos, de los cuales el 99.1% se realizaron mediante transferencias electrónicas. El monto promedio por envío también disminuyó, al pasar de 393 a 388 dólares, una baja del 1.3%.
¿Se rompe la racha positiva?
Tras once años consecutivos de incrementos anuales, este 2025 marca un cambio de tendencia. En marzo del año pasado ya se había puesto fin a una racha de 46 meses de crecimiento ininterrumpido, justo al inicio del segundo mandato de Donald Trump. Durante la pandemia, las remesas habían alcanzado niveles históricos, convirtiéndose en la principal fuente de divisas externas para México, incluso por encima del turismo, petróleo o inversión extranjera directa.
El año 2024 cerró con 64 mil 745 millones de dólares, pero la desaceleración observada en lo que va del 2025 anticipa un escenario incierto para el cierre del año.
Respuesta del gobierno mexicano
Ante esta situación, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la implementación de un programa especial para reembolsar a los migrantes el monto del nuevo impuesto estadounidense, como medida de alivio para millones de familias receptoras en el país. Aunque aún no se han detallado los mecanismos de este apoyo, el gobierno aseguró que será operado a través de bancos del bienestar y plataformas digitales.
No obstante, expertos advierten que el problema de fondo no es fiscal, sino estructural, y que la política migratoria de Estados Unidos podría seguir afectando el flujo de remesas si no se establecen canales de colaboración bilateral eficaces.
En tanto, comunidades enteras en estados como Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Zacatecas y Puebla —donde las remesas representan hasta el 15% del PIB estatal— ya sienten los efectos de esta disminución en sus economías familiares.
Conclusión
La caída en las remesas no solo es un dato económico: es una advertencia social y política. La combinación de políticas migratorias más duras, barreras al envío de dinero y un entorno económico internacional menos favorable, ponen en riesgo a uno de los pilares financieros que sostienen a millones de hogares en México. La pregunta ahora es si este será un fenómeno temporal o el inicio de una tendencia más prolongada.