Durante el anuncio de la nueva Línea 4 del Cablebús en la Ciudad de México, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo un llamado a los funcionarios y representantes del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) a vivir en la “justa medianía”, retomando las palabras de Benito Juárez como principio rector del proyecto político que encabeza.
“La 4T no puede permitir un Gobierno rico con un pueblo pobre”, afirmó Sheinbaum, quien subrayó que los gobernantes deben vivir con modestia, sin lujos ni privilegios. “Todos los impuestos que se recaudan del dinero del pueblo deben regresar al pueblo en obras, educación, salud y vivienda. El recurso público jamás debe ir a los bolsillos de un gobernante, eso se acabó”, aseguró.
Sin embargo, sus declaraciones contrastan fuertemente con los recientes escándalos que han rodeado a altos perfiles de Morena captados en lujosos destinos turísticos. La más reciente polémica involucra a Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador y actual secretario de Organización de Morena, quien fue fotografiado en el hotel cinco estrellas Okura Tokyo, en Japón, acompañado del diputado Daniel Asaf.
A esto se suman las imágenes de Mario Delgado, actual secretario de Educación Pública, vacacionando en Lisboa; Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, en Madrid; y el diputado Enrique Vázquez, captado en el exclusivo club nocturno “Lío” de Ibiza, España.
Estas contradicciones han desatado críticas por la incongruencia entre el discurso de austeridad y las acciones de varios de los principales representantes del partido en el poder, quienes aparentan ignorar la “justa medianía” mientras disfrutan de privilegios al otro lado del mundo. El contraste entre lo que se predica y lo que se practica vuelve a poner en entredicho la coherencia de la 4T.
