
Oaxaca de Juárez, Oaxaca. La violencia volvió a estremecer al estado este martes 9 de julio, luego de que el líder sindical Juan Yavhé Luis Villaseca, de la Confederación Joven de México, fuera asesinado junto a su exesposa, su hijo de apenas 7 años de edad y otro hombre, mientras viajaban en una camioneta por calles del centro de la capital oaxaqueña.
El multihomicidio ocurrió en las inmediaciones del Parque del Amor, una zona de alta afluencia, donde sujetos armados interceptaron al líder sindical y abrieron fuego directamente contra la camioneta tipo Raptor en la que se desplazaba con su familia. Todos los ocupantes fallecieron en el lugar.
Una ejecución directa en plena zona urbana
De acuerdo con los primeros reportes de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), los atacantes huyeron tras la agresión sin que hasta el momento se haya informado de detenciones. Sin embargo, la autoridad estatal aseguró un vehículo presuntamente relacionado con el ataque y ya inició las diligencias ministeriales y periciales correspondientes.
“Se están integrando líneas sólidas de investigación para esclarecer estos hechos y dar con los responsables materiales e intelectuales”, señaló la dependencia en un comunicado.
Un líder sindical con antecedentes penales
Juan Yavhé Luis Villaseca no era ajeno a la polémica. Se desempeñaba como dirigente estatal de la Confederación Joven de México, una organización sindical que había protagonizado disputas con otros gremios del estado.
De acuerdo con medios locales, Villaseca fue detenido en 2016, acusado del asesinato de su propio tío, quien también era dirigente sindical. Posteriormente, en 2018, volvió a ser arrestado, esta vez por portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
A pesar de sus antecedentes, continuaba activo en la vida sindical del estado y recientemente había retomado protagonismo con declaraciones públicas y movimientos dentro del sector transporte.
Oaxaca, otra vez sacudido por la violencia
El brutal crimen ha generado conmoción entre la ciudadanía oaxaqueña y ha reavivado las críticas por la escalada de violencia en la capital del estado, particularmente por los ajustes de cuentas en los que se ven involucrados líderes sindicales, actores políticos o empresarios.
Organizaciones de derechos humanos han condenado el asesinato del menor de edad, que evidencia —una vez más— cómo los conflictos entre grupos de poder están costando vidas inocentes en el país.