El papa León XIV denunció que la naturaleza “se ha convertido, a veces, en un instrumento de intercambio, en un bien que se negocia para obtener ventajas económicas o políticas”, en un mensaje publicado con motivo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que la Iglesia católica celebrará el 1 de septiembre.
En su llamado, el pontífice advirtió que en distintas partes del mundo es evidente el deterioro de la Tierra y señaló que “en todas partes, la injusticia, la violación del derecho internacional y de los derechos de los pueblos, las desigualdades y la codicia que de ellas se derivan producen deforestación, contaminación y pérdida de biodiversidad”.
El papa subrayó que aún no existe plena conciencia de que la destrucción de la naturaleza no perjudica a todos por igual, ya que “pisotear la justicia y la paz significa afectar sobre todo a los más pobres, a los marginados, a los excluidos; en este contexto, es emblemático el sufrimiento de las comunidades indígenas”.
León XIV lamentó que la Creación se haya transformado en un campo de batalla por el control de los recursos vitales, lo que se refleja en zonas agrícolas y bosques que se han vuelto peligrosos por la presencia de minas, por la política de tierra arrasada y por los conflictos en torno al acceso al agua. Además, denunció la distribución desigual de materias primas, que penaliza a las poblaciones más vulnerables y socava su estabilidad social.
El pontífice afirmó que estas heridas al medio ambiente son consecuencia del pecado y recordó que “sin duda, esto no es lo que Dios tenía en mente cuando confió la Tierra al hombre creado a su imagen”. Reiteró que la justicia ambiental ya no puede verse como un concepto abstracto o un objetivo lejano, sino que es una necesidad urgente vinculada a la justicia social, económica y antropológica, y que para los católicos es, además, una exigencia teológica.
Finalmente, el papa señaló que “en un mundo en el que los más frágiles son los primeros en sufrir los efectos devastadores del cambio climático, la deforestación y la contaminación, el cuidado de la creación se convierte en una cuestión de fe y de humanidad” y pidió pasar “de las palabras a los hechos”.
