Presidentes de países como Chile, Colombia, Cuba y Venezuela condenaron enérgicamente el ataque ordenado por el mandatario estadounidense Donald Trump contra instalaciones nucleares en Irán, ocurrido la tarde del sábado. Coincidieron en que se trata de una peligrosa escalada del conflicto en Medio Oriente.
Desde Chile, el presidente Gabriel Boric afirmó que este tipo de acciones violan el derecho internacional. “Atacar centrales nucleares está prohibido. Defenderemos el respeto al derecho internacional humanitario en todas las instancias. Tener poder no autoriza a utilizarlo vulnerando las reglas que como humanidad nos hemos dado. Aunque seas Estados Unidos”, expresó.
Por su parte, el presidente colombiano Gustavo Petro calificó el bombardeo como un hecho que “incendia” Medio Oriente. Durante un evento en Medellín, señaló: “En Irán no hay desarrollo de armas nucleares, pensaba un desarrollo pacífico. Ese hecho no solo afecta al Medio Oriente, sino a todos nosotros aquí en Colombia”. Como presidente pro tempore de la CELAC, hizo un llamado “de tú a tú y sin bajar la cabeza” por la paz mundial.
Desde Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel denunció en redes sociales que los ataques de EE.UU. representan una “peligrosa escalada del conflicto en Oriente Medio” y consideró que “la agresión viola gravemente la Carta de la ONU y el Derecho Internacional y arrastra a la humanidad a una crisis de irreversibles consecuencias”.
En un tono más diplomático, México se sumó al rechazo mediante un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en el que se hace un “llamado urgente al diálogo diplomático por la paz entre las partes involucradas en el conflicto”. Además, la Cancillería informó que mantiene comunicación constante con los connacionales en la región para brindar atención consular ante la situación.
Finalmente, Venezuela también manifestó su condena al considerar el ataque como una “agresión militar” ilegal y extremadamente peligrosa. En un comunicado firmado por el canciller Yván Gil, se señaló que el bombardeo ejecutado por EE.UU., “a solicitud del Estado de Israel”, contra los complejos de Fordow, Natanz e Isfahan en Irán, constituye un acto “injustificable” que exige el “cese inmediato de las hostilidades”.
Los pronunciamientos reflejan la preocupación internacional por el agravamiento de las tensiones en Medio Oriente y el riesgo de que el conflicto escale a niveles de mayor alcance global.
