Confesar el mérito de otro es probar que uno lo tiene.
Negarlo injustamente, prueba que no pudiendo uno elevarse,
pugna por poner a todo el mundo a su nivel.
Ignacio Manuel Altamirano
Los más de 20 tomos que se han escrito sobre Ignacio Manuel Altamirano así como las cátedras establecidas en su honor y las investigaciones que se siguen haciendo de su vida y obra, no alcanzan para abarcar la dimensión de quien ha sido considerado el precursor del movimiento cultural y educativo renacentista más importante del siglo XIX en México. Por ello, recordarlo en estas fechas en la cuales se celebra la Semana Nacional Altamiranista, en el marco de su natalicio y en donde se otorga el Premio Nacional de Cuento y Novela que lleva su nombre, allá en su amada Tixtla de Guerrero, es un acto de justicia histórica. Decía Volvodia Tolteinbom : Nadie nace anunciando que va a hacer una revolución o que va a dar un golpe de estado en la República de las letras; éste y no otro, es el caso de Ignacio Manuel Altamirano Basilio. Nació en Tixtla (cuando dicha región pertenecía al Estado de México) el 13 de noviembre de 1834, fue hijo de Francisco Altamirano y de Juana Gertrudis Basilio, familia en cuyo seno aprendería a hablar el náhuatl y el castellano . Su fecunda y magnífica labor como mexicano comprometido con su realidad social, lo llevó a incursionar exitosamente en diferentes ámbitos y su trascendencia ha sido de tal magnitud que, para el estudio de su vida y obra, se le ha analizado por cada uno de sus aspectos y existe quien ha consagrado su vida entera a esta titánica labor como lo fue el caso del Ateneo Altamiranista y en el cuál destaca, como una de las máximas figuras, la notable investigadora Nicole Girón y el Instituto Mora así como la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, asociación científica y de investigación que fundó al lado de notables intelectuales de su época.
De entre la obra que se ha escrito de él, hallamos textos dedicados a Altamirano como poeta, Altamirano como periodista, Altamirano el Jurista, Altamirano el maestro, Altamirano el soldado, Altamirano como tribuno, Altamirano el Orador, Altamirano el embajador, Altamirano Masón y desde luego, Altamirano como escritor. En esta esfera, es importante destacar que gracias a él se inicia la construcción de una novela nacional y Clemencia, es por mucho la primer novela que se crea con fines estéticos y giros modernistas en latinoamericana. Es Clemencia la obra que lo impone y revela como creador literario único y excepcional. Debido a este impulso se consolida lo que se conoce como Identidad Nacional al generarse (por todos los hombres de aquella generación) un movimiento intelectual, estético y artístico que comienza a gestarse en la famosas Veladas Literarias que organizaba el maestro Altamirano y la publicación de la Revista Renacimiento la cual sirvió para cohesionar a los intelectuales de la Reforma. En resumen, era uno de esos seres que nacen cada cincuenta años y a los que hay que acercarse cuando se buscan referentes para reubicar los extravíos de la República.
Por Mauricio Leyva