En los últimos seis años hemos escuchado, visto y obtenido apoyos del gobierno que llamo “Bienestar” incluso la secretaria responsable de estos apoyos a la población lleva el nombre, hay un banco del bienestar, las tarjetas se denominan de bienestar y se esta impulsando el IMSS bienestar y muchos ciudadanos lo reciben con agradecimiento, afecto y emoción. Pero estos apoyos son una política de partido, gobierno o de Estado, para entenderlo hay que conocerlas.
Las políticas de bienestar no son políticas que otorga a los ciudadanos de un país transferencias económicas directas, sino políticas que otorga a los ciudadanos de un país servicios sociales de calidad.
En varios países de América Latina, Caribe y México se han venido adoptando políticas que se les llama de Bienestar, buen vivir, etc. y cuyo fin es otorgar a diversos sectores sociales jóvenes, estudiantes, madres solteras, campesinos, indígenas, personas con capacidades diferentes, adultos mayores, entre otros, dinero mensual o bimestralmente de manera directa con el argumento discursivo de ser sectores vulnerables, sectores históricamente olvidados o pobres.
Sin embargo, estas políticas no generan bienestar a la sociedad en su conjunto sino a esos sectores en específico y solo les resuelven ciertas necesidades económicas cotidianas de alimentación, vestido, transporte y salud en situaciones extraordinarias porque por este último servicio los ciudadanos no deberían pagar por su atención y su medicación, si existiera bienestar en un país como México, América Latina y Caribe.
Las políticas de bienestar son mucho más amplias que solo dar dineros o apoyos directos a ciertos sectores sociales por los gobiernos.
Las políticas de bienestar más destacadas son la atención médica gratuita, así como medicamentos, tratamientos y operaciones quirúrgicas. También precios asequibles de energía eléctrica, infraestructura vial (calles, carreteras, alumbrado público, parques y jardines) en buenos estados. Pensiones y jubilaciones acordes al trabajo realizado por los trabajadores. Seguros de desempleo de hasta seis meses.
Capacitación para el trabajo y colocaciones en empleos acordes a las capacidades profesionales y técnicas de los trabajadores.
Educación desde la cuna a la tumba gratuita y laica y becas para estudiantes sobresalientes en todos los niveles escolares. Acceso a nuevas tecnologías con costos reducidos, así como viviendas asequibles para jóvenes y adultos mayores.
También apoyos importantes para emprendimientos innovadores, recursos para el campo con los mismos accesos a la seguridad social.
Todo lo anterior sin que los ciudadanos tengan que desembolsar pesos, dólares o euros porque sus impuestos lo cubren y lo más importante de todo lo anterior es que todos estos beneficios sociales salen del trabajo ciudadano en sus pagos de impuestos, presupuesto del gobierno producto de la recaudación fiscal de ciudadanos, empresarios nacionales, internacionales y aportaciones significativas de los empresarios y cooperativas sociales y empresariales producto del pago de cuotas salariales, impuestos a sus ganancias directas y en bolsa.
Los recursos para la aplicación de políticas de bienestar son producto del trabajo de las y los trabajadores en función de sus salarios desde el más sencillo empleo hasta de las grandes compañías nacionales, internacionales y de los funcionarios de gobiernos, de las ganancias de las empresas nacionales y trasnacionales y todo ello bien administrado y distribuido por el gobierno a partir de un sistema fiscal y tributario integral, federalista y democrático.
Por lo tanto, las políticas de bienestar son inclusivas, democráticas y distributivas sin distinción de género, condición social, clase social ósea son universales.
No son paternalistas, clientelares, corporativas y electorales, tampoco son partidarias y menos son políticas de gobierno en turno para legitimarse.
Las políticas de bienestar son parte esencial de la construcción de un Estado Social, Democrático y de Derecho acordado por los agentes sociales, gobierno y empresariales nunca son políticas de un Estado autoritario, autocrático, partido único o dictadura ya que lo que se impone no perdura.
En América Latina y Caribe en diversos momentos de su historia moderna han habido gobiernos que han impulsado políticas de bienestar que han sido exitosas pero insuficientes, ya que solo se ha buscado erradicar pobreza pero sin las reformas políticas y la democratización del Estado donde todas las fuerzas acuerden estas a largo plazo, quien llega ha impuesto y cuando salen del gobierno se las desmantelan por la falta de un acuerdo político mínimo de largo aliento que las sostengan.
Las políticas de bienestar se construyen y mantienen en sociedades democráticas donde los diversos actores sociales y políticos asumen la democracia como el sistema político de Estado más incluyente y la democracia no solo se inscribe en las elecciones de autoridades políticas sino también en elecciones en organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles y no gubernamentales ósea no solo en el gobierno sino también en los ámbitos sociales donde se requiere tener interlocutores legitimados por sus agremiados.
El Estado Democrático y la sociedad democrática se acompañan, se vigilan, se auditan, trasparentan, escuchan, respetan y acuerdan.
Es por ello que las políticas en su aplicación tienen la única finalidad de generar universalmente beneficios a la sociedad y en cuanto esto se va desquebrajando o corrompiendo entran los mecanismos de transparencia, rendición de cuentas, combate a los desvíos y revisión de las políticas. Son procesos en constante revisión, evaluación y ajuste.
Estos Estados aceptan el mercado, abren sus economías al mundo, protegen sus sectores estratégicos, a empresarios nacionales, están a la vanguardia de la tecnología, contribuyen al fortalecimiento de la democracia, el gobierno, la estabilidad y gobernabilidad.
Son Estados democráticos, socialmente responsables y con una importante independencia judicial.
Son sociedad de mercado, transparentes y socialmente participativas.
Para lograr esta estabilidad, crecimiento y desarrollo se requiere que los partidos impulsores de esta forma de gobierno, tienen que convencer primero a sus electorados, a los empresarios y a las organizaciones sociales y a sus adversarios políticos que sin duda pondrán resistencia a estas políticas pero con argumentos, estudios, escenarios y prospectiva han logrado convencerlos pactar y caminar a pesar de que en un proceso electoral venidero sus adversarios pueden ganar el gobierno y aplicar su programa con el riesgo sin duda de reducir estas políticas de bienestar, pero tienen claro que vendrán nuevas elecciones y pueden recuperar el gobierno.
Este modelo de gobierno es el mejor desarrollado en la historia humana y ha sido impulsado por los socialdemócratas, no por liberales, no por comunistas, no por dictaduras y mucho menos por humanistas, ya que en nombre del pueblo se han cometido graves catástrofes humanas, políticas y económicas, al igual que en nombre de Dios.
Estas políticas de bienestar, tiene un sistema político robusto, producto de servicios civiles de carrera en toda la administración pública desde lo municipal hasta el gobierno nacional, lo que genera movilidad social, profesionalización y sobre todo pertenencia a la administración publica y erradica la corrupción, ya que toda política tiene continuidad y eficacia en su aplicación.
Los países con gobierno socialdemócratas y Estados sociales, democráticos y de derecho son los mas exitosos y sus ciudadanos los más protegidos.
Los países con gobiernos neoliberales y Estados autoritarios, de partido único, libertario y humanistas son deficientes y sus ciudadanos siguen reproduciendo pobreza, marginación y violencia.
Esto lo podemos constatar en nuestra región y estamos en el momento de combatirlo antes de que engendren el virus del populismo de izquierdas nacionalistas y neo revolucionarias o de derechas nacionalistas y neo libertarias que por cierto ya se están encubando en nuestros países.
Las verdaderas políticas de bienestar son opciones de futuro.
José Irán Moreno Santos
Presidente Fundación de Estudios Políticos Económicos y Sociales Progresista