Los bomberos griegos han controlado el peor incendio forestal de este año que ha quemado alrededor de 10.000 hectáreas cerca de Atenas, aunque todavía hay cuadrillas contraincendios activas para sofocar pequeños focos que queden vivos.
La emisora Skai ha indicado esta mañana que todavía quedan algunos focos de fuego en la región de Erythros en Nea Makris, pero que se controlaron con rapidez con el auxilio de dos aviones y cinco helicópteros cisterna.
Los cuerpos de bomberos patrullan constantemente la región para vigilar que las brasas no se reaviven.
El gran incendio se declaró el domingo pasado en la región de Ática, a las afueras de Atenas, y a causa de fuertes vientos se propagó a celeridad hasta afectar al tejido urbano de la capital, cobrándose la vida de una persona.
Miles de personas tuvieron que dejar sus hogares ante el rápido avance de las llamas que quemaron edificios y automóviles.
Fue un incendio “muy difícil, quizás el más difícil de los últimos años que hemos enfrentado”, aseguró a la emisora el presidente del sindicato de bomberos, Kostas Tsigas. Nunca antes un incendio había amenazada tanto a la ciudad de Atenas.
Mientras los atenienses regresan a sus casas y hogares, las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer las causas del incendio.
