Cuando seremos demócratas

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Diversos sectores políticos, económicos y sociales están preocupados por cuál será el modo de gobernar de la actual presidenta electa Claudia Sheinbaum y están a la expectativa de si continuará con el programa y el modo de gobernar de su antecesor, el hoy aún presidente de México.

Estas preocupaciones se expresan con fuerza en diversos medios de comunicación, ya que aún está en duda el número de diputados que obtendrán los partidos que acompañaron a Claudia en las elecciones del pasado 2 de junio.

En las semanas posteriores a la elección y sin mucha información de medios, la Cámara de Diputados ha estado sesionando en sus más diversas comisiones y está dictaminando las iniciativas que el presidente envió al congreso en febrero de este año, las cuales serán aprobadas sin duda a partir del 1 de septiembre.

¿Por qué los medios de comunicación no han informado sobre estas sesiones de las comisiones en la Cámara de Diputados? ¿Por qué no se han difundido ampliamente los dictámenes de cambios constitucionales y reformas a diversas leyes y reglamentos de nuestro país? ¿Acaso no debemos estar enterados los mexicanos de los cambios a profundidad que se darán antes de que culmine el periodo de gobierno y que inicie el de Claudia Sheinbaum?

¿Qué esconden los medios de comunicación? ¿Por qué no se difunden estas informaciones y que tan serios son los cambios que se avecinan?

Todo es una incógnita, a menos que se ingrese a los portales de la Cámara de Diputados y vayas dilucidando a través de la información que se publica sobre los dictámenes de las comisiones y de las propuestas de reforma que se aprobarán de manera rápida en el primer mes de la nueva legislatura y eso es lo que tiene preocupados a diversos sectores políticos, económicos y sociales del país.

Lo anterior me lleva a preguntarme ¿Cuándo seremos demócratas? y hacemos de la política el espacio concurrente público, donde los diversos sectores sociales, políticos y económicos podamos informarnos de manera objetiva de las propuestas que se discuten en el Congreso de la Unión, el posicionamiento de los partidos, el actuar del gobierno y la profundidad que con llevan esos cambios.

Por qué nos tenemos que sorprender cada fin de sexenio de cambios que, por debajo del agua, poco transparentes hacen los gobiernos de salida y los gobiernos de entrada, y no piensan en difundirlos o no reparan en hacerles la máxima difusión.

Está muy claro que en este periodo después de las elecciones, también se están dando sucesos importantes al interior de los partidos y sindicatos, como cambios de sus dirigentes y también tenemos poca información los ciudadanos, sindicalizados y militantes de esos partidos; seguro amaneceremos en el mes de septiembre con nuevas autoridades y continuará el juego político, en opacidad tanto del gobierno entrante, saliente, los sindicatos y los partidos y ante estos sucesos me vuelvo a preguntar ¿cuándo seremos demócratas?

Es preocupante no tener una respuesta a esta pregunta porque a pesar de qué somos convocados las y los ciudadanos, las y los militantes a participar en elecciones congresuales, de presidentes, de dirigentes partidarios y sindicales, no somos parte de los procesos de toma de decisiones en ninguno de estos ámbitos y ni hablar del sector empresarial porque también están excluidos tanto los trabajadores como los ciudadanos que trabajamos para la empresa privada, porque al final son unos cuantos los que dirigen el sector empresarial y son los mismos de siempre los que dirigen los sindicatos, los partidos y el sector empresarial, es una lástima porque para enfrentar los problemas presentes y futuros de nuestra sociedad se hace necesario profundizar la democracia en todos los ámbitos de la vida pública y privada de nuestras sociedad, pero eso no lo entienden los que dirigen esos sectores porque les es suficiente el proceso electivo trianual o sexenal creyendo que el resto de la sociedad no le interesa y no le interesa porque no se los hace partícipe en ninguna de las formas.

Hay voces de esos sectores anteriormente mencionados que advierten que vamos en camino de un gobierno autoritario, de partido único, que nos llevará a reproducir vicios de otros gobiernos como el de Nicaragua, Venezuela, Cuba, Turquía, Rusia sólo por mencionar algunos, esas mismas voces auguran que vamos a un régimen donde las libertades van a ser restringidas, donde los órganos ciudadanos van a ser copados por el gobierno, donde empresarios tendrán un trato privilegiado y donde seremos ciudadanos clientelares y corporativos para beneficiar a un partido hegemónico y auguran esto, por qué el actual gobierno saliente ha utilizado sus mayoría para imponer una visión de gobierno, una visión de país sin considerar a las oposiciones políticas, pero si considerando que han sido beneficiados los grupos económicos de siempre y eso desde su perspectiva pone en riesgo la incipiente democracia mexicana.
Dicen que se cerrarán los espacios de participación política, los espacios de diálogo político y los espacios de negociación política, pero ellos fueron los primeros que cerraron todos esos espacios al interior de sus organizaciones políticas, sindicales y de sus partidos políticos, tú no puedes denunciar en lo público lo que nunca lograste hacer en lo privado dentro de sus organizaciones políticas y gremiales.

Los sectores económicos poco se han opuesto a las políticas económicas de la actual administración y tampoco se opondrán a la próxima, ese parece ser el mensaje porque a lo largo de estos seis años han salido beneficiados en sus negocios acrecentando su riqueza, pareciera ser que hay una buena relación con los empresarios en el ánimo de contribuir al desarrollo económico del país, pero también al desarrollo y crecimiento de sus carteras, de sus cuentas y desde luego de sus nuevo contubernio gobierno empresario que le ha dado resultado a este gobierno y se han consentido mutuamente y parece que la libertad de comercio está asegurada para los próximos seis años, pero no así la libertad política, pero eso es lo que dicen algunos de esos sectores que están preocupados

Lo cierto es que la administración que viene debe hacer un ejercicio pedagógico de comunicación más allá de las mañaneras para explicar cuáles son los cambios que se avecinan en el mes de septiembre y cuáles son los beneficios que se obtendría para los diversos sectores sociales del país y callar las voces que dicen a los cuatro vientos que nos dirigimos a un régimen autoritario y de partido único.
La oposición debe también hacer un ejercicio amplio pedagógico de información y comunicación a fin de comunicarnos porque creen que nos dirigimos a un Estado autoritario, con vínculos empresariales oligárquicos, a un Estado con partido hegemónico y que nos demuestre que efectivamente el camino es hacia allá y que tenemos las y los ciudadanos que poner un alto y enfrentar para no caer en esas situaciones que auguran y aseguran iremos.

Ante tal panorama podríamos cuestionar:
¿Cuándo seremos demócratas para aceptar que los proyectos políticos con signo ideológico implementan sus programas políticos? ¿Cuándo seremos demócratas y entenderemos que todo proyecto político ideológico busca impulsar sus proyectos y que la única forma de contención que tenemos es que los diferentes actores opositores convenzan a los sectores sociales diversos para generar contrapeso? ¿Cuándo seremos demócratas para entender que la vida política y pública de un país se compone de diversos factores y que hay una mayoría social que hay que convencer para acompañar sus proyectos? ¿Cuándo aprenderemos a ser demócratas y a tener verdaderas alternativas políticas de crecimiento y desarrollo de beneficio social, económico y político?

¿Cuándo seremos demócratas para sentirnos representados en un partido político según nuestros intereses ideológicos? y que además podamos participar, ser miembros de sus direcciones, poder llegar al congreso y defender política e ideológicamente nuestras convicciones y la de cientos de miles de otras ciudadanas y ciudadanos que me militen o coincidan con los partidos. ¿Cuándo seremos demócratas para que no exista un puñado de dirigentes sindicales que se pongan de acuerdo entre ellos con los empresarios y nunca representen los intereses de las y los trabajadores y que sean los trabajadores los que definan el tipo de contratos de trabajo que requieren para mejorar sus condiciones de trabajo y sus intereses? ¿Cuándo seremos demócratas para que también las empresas o empresarios tengan participación y apertura y no sea siempre los mismos, las grandes familias y se permita que emerjan nuevos empresarios, que no tengan miedo a invertir en el país y que estén dispuestos a invertir en el extranjero y a la educación, a la ciencia y a la tecnología?

¿Cuándo seremos demócratas y aprenderemos que quién gana, no gana todo y que en los programas políticos de gobierno se tienen que acordar, se tiene que consensuar y no se tienen que imponer por una mayoría que porque ganó las elecciones y se sientan con el derecho único de tener una visión de gobierno y de país? ¿Cuándo seremos demócratas para aceptar que en política todos debemos de ganar, debemos participar, debemos incidir y no unos cuantos? ¿Cuándo aprenderemos a hacer demócratas o solamente es una ilusión para disfrazar los verdaderos intereses de una clase política que es clase, de una clase económica que es clase y que el resto de los ciudadanos nos rebajen peyorativamente a pueblo?

¿En qué momento aprenderemos a ser demócrata en un país como México que aún algunos sectores creen que no somos democráticos, o que nos falta ser democráticos, pero esos actores particularmente políticos son los que deberían de poner el ejemplo de ser democráticos, esperemos hacer política diferente porque al parecer la vieja política es la que hoy se busca imponer en México desde el gobierno y de la oposición?
Pedagogía del diálogo eso se hace necesario para saber quiénes son y que es lo que proponen y a donde vamos, porque si le va mal a México nos va mal a todos incluyendo a los que están en el gobierno, veamos las experiencias internacionales y nos daremos cuenta de que la mejor opción política no es aquella que se impone por mayorías, sino la que se diseña y se busca convencer de sus beneficios eso es como la opción que tenemos para los próximos meses y años.

La otra opción es que el país transite en los próximos meses y años en una confrontación polarizante que traerá inestabilidad e gobernabilidad en el país y eso está demostrado en la historia o nos volvemos demócratas o México y esta generación que hoy gobierna no darán más opciones a los ciudadanos del presente y del futuro para no creer más en la política y ese será un gran riesgo para la sociedad mexicana, para el Estado mexicano, para el continente americano y para el mundo entero, está claro que el populismo va ganando terreno tanto en la izquierda como en la derecha y es producto de la falta de diálogo político, de pedagogía, de explicación, de imponerse uno sobre otro, creo que es momento de hacer un alto en el camino y valorar si hacia ese camino queremos dirigirnos o comenzamos a encontrarnos y convertirnos en verdaderos demócratas

Por José Irán Moreno Santos
Presidente
Fundación de Estudios Políticos Económicos y Sociales Progresista

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