Hace 21 años, se ensambló el último Vocho en Puebla, marcando el fin de una era para este icónico automóvil que ha dejado huella en la vida de personas alrededor del mundo. El Volkswagen Tipo 1, mejor conocido como “Vocho”, no solo fue innovador en su época, sino que también se convirtió en el primer auto de muchos y en un clásico por su diseño y historia con los compradores.
La historia del Vocho en Puebla
Puebla fue seleccionada para albergar una planta armadora de Volkswagen, que abrió sus puertas en 1965. El primer Vocho fue ensamblado el 23 de octubre de 1967. Para 1996, Puebla era la única planta en el mundo que fabricaba este modelo. Su retiro del mercado en 2003 significó el fin de una era, pues el Vocho era el favorito de jóvenes que buscaban su primer auto y de taxistas que valoraban su precio accesible y durabilidad.
El último vocho es poblano
El 30 de julio de 2003, Volkswagen decidió dejar de fabricar el Vocho debido a la baja en ventas y la competencia de nuevas marcas. Ese día, el escarabajo número 21,529,464 salió de la línea de producción en Puebla. Los trabajadores lo despidieron con mariachi y flores, y en su parabrisas se colocó la leyenda “Volkswagen de México. Último Sedán del Mundo. 30 de julio 2003”. Este último Vocho fue enviado al Museo de Volkswagen en Wolfsburgo, Alemania.
Un legado que trasciende
El penúltimo Vocho fabricado se quedó en Puebla y uno más fue regalado al Papa Juan Pablo II. Estos últimos tres nunca fueron puestos a la venta debido a su valor histórico, aunque se cree que su precio sería muy elevado.
¿Por qué “Vocho”?
El Volkswagen Tipo 1 adquirió diferentes nombres en todo el mundo. En Alemania, se le conocía como “Käfer” (escarabajo). En América Latina, en países como Argentina, Chile, Colombia y Ecuador, también fue llamado “escarabajo”. En México, su nombre cambió radicalmente a “Vocho” o “Bocho”. Este apodo se originó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los alemanes eran llamados “boches” (asnos), un término despectivo que llegó a México y se asoció con lo proveniente de Alemania. Así, cuando el Volkswagen Tipo 1 comenzó su distribución en México, fue rápidamente conocido como Vocho, un nombre que perdura hasta hoy.
El Vocho no solo es un automóvil; es un símbolo de una época y de una generación, especialmente en Puebla, donde se fabricó su última unidad y se mantiene vivo en la memoria colectiva.
