En un reciente desarrollo político, el ex mandatario y actual candidato presidencial, Donald Trump, ha anunciado planes para implementar políticas migratorias más estrictas, incluyendo deportaciones masivas, la construcción de nuevos campos de detención en Texas y presiones a México para reinstaurar el programa de «Permanece en México» para solicitantes de asilo.
Trump, conocido por su postura firme en temas migratorios, ha afirmado que, de regresar a la Casa Blanca, cerrará la frontera y llevará a cabo la «operación de deportación doméstica más grande de la historia estadounidense». En un mitin electoral reciente, criticó las políticas fronterizas implementadas por el actual presidente Joe Biden, acusándolo de haber abierto deliberadamente las fronteras y de poner fin a políticas fronterizas exitosas.
Hasta ahora, las propuestas antimigrantes de Trump eran principalmente retóricas, pero recientemente, asesores del ex presidente han detallado planes más concretos. Según un reportaje de primera plana del New York Times, se contempla la construcción de nuevas instalaciones para la detención masiva de indocumentados en Texas. Además, se planea presionar a México para restaurar el programa de «Permanece en México», que durante la presidencia de Trump limitaba el acceso al asilo. También se pretende ampliar el uso de la autoridad de «remoción expedita» para negar a los inmigrantes el acceso a audiencias y apelaciones, forzándolos a esperar fuera del país mientras se evalúan sus solicitudes.
Estas propuestas han generado controversia en un momento en que la tasa de aprobación del presidente Biden ha alcanzado sus niveles más bajos y la inmigración se ha convertido en un tema central del debate político nacional. El anuncio de Trump sugiere un enfoque más agresivo y represivo en la política migratoria, lo que promete intensificar el debate sobre cómo abordar los desafíos migratorios en Estados Unidos.
Ingrid Castillo