Hacer depender la justicia de las convenciones humanas es destruir la moral.
Cicerón
El próximo 17 de julio de conmemora el Día Mundial de la Justicia Internacional, conmemoración acordada por los 120 países que forman parte de la Organización de las Naciones Unidas y que nace con motivo de la aprobación del Estatuto de Roma en 1988.
Surge con dos objetivos fundamentales; el primero de ellos es el de ser solidario con aquellas víctimas de crímenes de guerra, genocidio o de lesa humanidad. El segundo objetivo, es comprometer a los países firmantes a brindar un apoyo permanente al sistema de justicia internacional, asegurar y salvaguardar los principios elementales del Derecho Internacional. Sin embargo ningún país puede, con dignidad y congruencia, ostentarse como garante y promotor de la defensa de los derechos humanos o internacionales, si al interior no es capaz de respetar su propio sistema de justicia.
Si analizamos los objetivos mediante los cuales surge el Día Mundial de la Justicia Internacional, están diseñados en primer instancia para mantener viva la memoria histórica de quienes han padecido las atrocidades de las guerras, pero esas guerras en la actualidad no sólo son aquellas que se declaran formalmente entre las naciones sino aquellas que generan desplazamientos forzados por la violencia, por el narcotráfico, por la imposición de las dictaduras, las migraciones forzadas y una larga lista de atrocidades. Es real que los delitos de lesa humanidad, genocidios y de crímenes de guerra se configuran de una manera específica, más no obstante es un hecho que las guerras han cobrado otras dimensiones,
diferentes tipos de modalidades y dañan profundamente a las sociedades.
En segunda instancia plantea un compromiso por salvaguardar el Estado de Derecho, conminar a los países a proteger, respetar y garantizar un sistema judicial profesional, serio, capacitado y que designe personas capaces de motivar, fundamentar y argumentar la defensa de los derechos internacionales al exterior, sin perder de vista que fundamentalmente sus jueces y magistrados deben ser los mejores hombres y mujeres instruidos en el Derecho. En este sentido es importante ser conscientes de que las leyes lo mismo que la medicina, no se le pueden confiar a un improvisado; de las primeras depende la libertad, de la segunda depende la vida misma, nuestras libertades, nuestra dignidad y nuestra ciudadanía.
Por ello resulta de vital importancia resaltar que en este día, se debe dimensionar la importancia de la
Justicia, reflexionar sobre las tareas pendientes y conminar a los países a tomar con seriedad la designación de quienes habrán de defender nuestros derechos, los juzgadores de hoy pueden ser nuestros juzgadores el día de mañana.
Hoy en día la Corte Penal Internacional deriva de los trabajos que generó la firma de este acuerdo de conmemoración y aunque hay países que se niegan a reconocer sus alcances, es un hecho que su creación ha generado resoluciones de alto impacto en el contexto global.
Por @MauricioLeyva9