Agencias de inteligencia de Estados Unidos y Alemania desarticularon un complot orquestado por Rusia para asesinar al director ejecutivo de Rheinmetall, Armin Papperger. La empresa armamentística, la más importante de Alemania con una capitalización en bolsa de 22.000 millones de euros, apoya a Ucrania desde que inició la guerra con Rusia. Su relevancia convirtió a Papperger en objetivo prioritario del Kremlin, como acaba de informar la cadena norteamericana CNN cuyas fuentes pertenecen a las agencias implicadas en desbaratar el atentado.
Las primeras noticias del complot las obtuvieron agentes estadounidenses que trasladaron la información a sus homólogos alemanes que desarticularon los planes de homicidio y blindaron la seguridad del empresario. No se puede desvincular este complot de la ola de atentados y sabotajes producidos en Europa con el propósito de dificultar el envío de armar y otro tipo de apoyos a Kiev. La estrategia de desestabilización incluye desde incendios en empresas dedicadas al envío de armas hasta “actos de vandalismo” dirigidos a obstaculizar la red logística de suministro de todo tipo de material a Ucrania.
El complot que perseguía acabar con la vida de Papperger pretende crear una “guerra en la sombra” o una guerra híbrida en territorio europeo que no discrimina objetivos para frenar las ayudas militares que recibe el gobierno de Kiev. “Estamos viendo sabotajes, planes de asesinato, incendios provocados. Estamos viendo cosas que tienen un coste en vidas humanas”, declaró un funcionario de la OTAN a CNN. “Creo firmemente que estamos viendo una campaña de actividades encubiertas de sabotaje por parte de Rusia que tienen consecuencias estrategias”, añadió.
La planeación del atentado contra el empresario alemán se organizó en un contexto en que la empresa alemana ha estrechado su colaboración con el gobierno del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, desde que inició la guerra con Rusia en febrero de 2022. De hecho, en los próximos meses está previsto que entre en funcionamiento una planta de producción y ensamblaje de vehículos blindados en territorio de Ucrania. Se trata de una iniciativa que “preocupa profundamente a Rusia”, reveló una fuente de inteligencia.
La estrategia rusa de guerra híbrida podría generar un conflicto bélico entre Rusia y Europa. La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, aseguró en un comunicado que “la intensificación de la campaña de subversión de Rusia es algo que nos estamos tomando muy en serio y en lo que nos hemos centrado intensamente en los últimos meses”.
Comentó que “Estados Unidos ha estado discutiendo este asunto con nuestros aliados de la OTAN. Estamos trabajando activamente juntos para exponer e interrumpir estas actividades”. También precisó que “hemos dejado claro que las acciones de Rusia no disuadirán a los aliados de seguir apoyando. Ucrania”.
