Subir y bajar de peso de manera constante puede llevar a cambios metabólicos y estos alterar el corazón
Hacer dietas milagro o bajo sin supervisión médica puede resultar peligroso. El famoso efecto rebote es habitual cuando se llevan a cabo drásticos cambios de alimentación, ya sea por seguir dietas de moda o por la urgencia de perder kilos ante un evento o la llegada del verano.
El llamado efecto yo-yo, o sea bajar de peso y luego volver a subir y de nuevo volver a bajar, para después de nuevo subir lo perdido o hasta más, es un proceso que fusa daños cardiacos y puede ser mortal.
De acuerdo a investigaciones del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, el riesgo de crisis cardiaca (un infarto), puede aumentar hasta un 43%, y las posibilidades de un accidente cerebrovascular van en un 41%, cuando se varía muchas veces de peso en poco tiempo. El riesgo es mayor en mujeres.
Lo anterior se da por las fluctuaciones en el colesterol, la glucosa y la presión arterial que se producen con esas subidas y bajadas de peso en poco tiempo, mismas que aumentan un riesgo coronario. Estas variaciones suponen un esfuerzo añadido para el corazón y hace que aumente el estrés en los vasos sanguíneos.
El daño cardiaco puede ser mayor si ya se tienen antecedentes, lo que mucha población no sabe al no tener la costumbre de hacerse un check up anual.
Esas dietas que aparecen en Instagram o en Facebook, o que son recomendadas «porque a ellas les funcionó de maravilla», o que aparecieron en una revista, pueden provocar un desenlace fatal, o por lo menos alteraciones en el organismo, que a la larga provocarán enfermedades.
Lo adecuado es seguir una dieta acorde a las necesidades de cada persona, la cual será el inicio de cambios de hábitos.